Casa de la Ciencia Atlixco: motor de la divulgación científica
Por Érika González
Atlixco, Puebla. 10 de septiembre de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- Ubicada en el municipio de Atlixco en el estado de Puebla, Casa de la Ciencia es un recinto dedicado al fortalecimiento y divulgación del conocimiento científico.
Motivado por su indiscutible vocación científica y su espíritu divulgador, el doctor en Matemáticas José de Jesús Pérez Romero, funda Casa de la Ciencia con la finalidad de saciar su principal inquietud: llevar ciencia a los jóvenes de Atlixco y poblaciones cercanas.
Desde 1997 Casa de la Ciencia Atlixco ha estado abierta a la divulgación científica, principalmente entre los grupos vulnerables de las localidades aledañas; sin embargo, se necesitaron 18 años para consolidar el espacio que hoy alberga historias de verdadera vocación científica y que se presentan a continuación en la viva voz de su fundador y actual director.
Historia
“La idea de abrirla (Casa de la Ciencia) nació tras la visita a Atlixco del doctor en Física Jorge Flores Valdés, quien fundó Universum —el Museo de las Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)— y quien entonces se desempeñaba como director del mismo”, relató Pérez Romero en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt.
En 1995, el también director general del Instituto Universitario de Puebla A. C. (IUPAC) y el doctor Flores Valdés acordaron “echar a andar” en Atlixco un programa de divulgación científica al cual denominaron Viernes de la Ciencia.
“El doctor Jorge Flores abrió el programa Viernes de la Ciencia con la plática Las maravillosas curvas del béisbol. En su visita al municipio poblano, recorrió las instalaciones del IUPAC y, al percatarse de que los alumnos formaban grupos de interés en los que exponían temas de astronomía, física o química a niños de bajos recursos —en su mayoría descalzos—, quedó sorprendido. Le expuse que el museo que él dirigía era muy bonito; sin embargo, no estaba al alcance de esos niños, así que le propuse nos ayudara a abrir un museo, aunque fuera limitado, ya que no contábamos con los recursos para crear un museo del nivel de Universum, pues de otra manera esos niños no iban a ver ciencia”, enfatizó Pérez Romero.
Según cuenta el director del IUPAC, esa visita bastó para que el entonces director de Universum donara a comodato seis aparatos con los que Casa de la Ciencia Atlixco iniciaría actividades.
Así pues, el 26 de septiembre de 1997 —en medio de importantes limitaciones económicas— se funda oficialmente Casa de la Ciencia Atlixco, teniendo como invitados en el evento protocolario a Jorge Flores Valdés; Jacobo Gómez Lara, representando a la Academia Mexicana de Ciencias (AMC); José Guichard Romero, en representación del director del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE); Salvador Escobedo, entonces presidente municipal de Atlixco; y a otros representantes de instituciones como la Facultad de Ciencias de la UNAM y el Instituto de Ciencias de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
Al año de la inauguración de este espacio, el periodo de Flores Valdés como director de Universum concluyó. Fue entonces que los aparatos fueron reclamados por el nuevo regente. “Después de un tiempo subió Julieta Fierro a la dirección y ella amablemente aportó aún más material para el museo”, dijo.
Desde entonces la UNAM, el INAOE, profesores como Bonifacio Díaz, José Antonio Robles, José Luis Avilés y Jorge Figueroa Acosta, junto con alumnos del IUPAC, contribuyen con el equipamiento y construcción en todos los sentidos de este centro que aún dirige el doctor Pérez Romero y que en 2002 recibiera el Premio Nacional a la Divulgación de la Ciencia que organiza el Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Puebla (Concytep).
Lorena Magallanes, exalumna del IUPAC, estudió Física en la BUAP, hoy radica en Heidelberg, Alemania, y es candidata a doctora en el Hospital Universitario de Heidelberg. En entrevista relata cómo influyó la Casa de la Ciencia Atlixco durante su paso por el IUPAC.
“La Casa de la Ciencia fue un lugar esperanzador y una cuna de ideas geniales. Recuerdo vivamente la creatividad con que se movía todo proyecto, por pequeño o ambicioso que este fuera; siempre motivado por un mismo objetivo: hacer llegar la ciencia y la cultura al mayor número de personas. Los Viernes de la Ciencia dejaron huellas imborrables, personajes que inspiraron más de una vez mi rumbo a seguir. Incluso cuando tuve la oportunidad de estar del lado del estrado y sembrar semillas de interés en los jóvenes, reafirmé que mi camino académico había sido bien influenciado por esas tardes de ciencia”, expresó.
Recordó también los montes de fierro y piezas viejas que "revivían" en un nuevo aparato para el museo de ciencias. "Las tardes en las que los años de experiencias del Grupo José Martí (fieles al nombre de grupo, aunque a veces se redujera a dos participantes) se reunían a compartir ideas y mantenerlo vivo. Las ferias de matemáticas, el cineclub y la biblioteca... todos esfuerzos enormes y llenos de corazón por un pueblo educado y crítico. El que seguimos necesitando”.
Actividades
Con el apoyo de la BUAP, Sociedad Matemática Mexicana, Concytep, INAOE y profesionistas del campo científico, Casa de la Ciencia Atlixco ha logrado llevar a cabo importantes ciclos de conferencias y talleres como Viernes de la Ciencia y Baños de Ciencia.
Las salas de Vulcanología, Matemáticas, Astronomía, Óptica y Computación, así como una biblioteca con varias colecciones de libros, revistas y material audiovisual, han sido algunos de los espacios disponibles para que alumnos del IUPAC y jóvenes en general, no solo generen y refuercen sus conocimientos, sino también lleven por vocación la línea científica.
La Feria de las Matemáticas y la Semana Nacional de Ciencia y Tecnología, organizadas por el IUPAC, son algunas de las actividades anuales de las cuales Casa de la Ciencia Atlixco es sede.
Explora es el curso de verano que se organiza cada año en Casa de la Ciencia y que tiene un costo realmente simbólico. En este curso se dan talleres para que los niños se desenvuelvan en tema científicos y culturales.
Restauración
La coordinadora general de Casa de la Ciencia Atlixco, Jade González Minutti, describió en entrevista que hace dos años, al toparse con una Casa de la Ciencia “echada al olvido”, decidió reavivar el espacio con ayuda de su hermana Itzel González Minutti; el hijo del doctor Pérez Romero, Manuel Alfonzo Pérez Ariza; Fernanda Meneses, exalumna del IUPAC; Antonio Torres; y voluntarios del instituto.
“Empezamos a reavivar los convenios con el INAOE. Por ejemplo, en seis meses hemos echado a andar Baños de Ciencia, proyecto en el que durante la semana, varios voluntarios vamos a invitar a las primarias aledañas a participar en los talleres que cada sábado imparten científicos e investigadores. El taller es totalmente gratuito”, afirma González Minutti.
Asimismo, refirió que uno de los convenios con el INAOE consiste en capacitar a voluntarios (en su mayoría alumnos del IUPAC) en las diversas disciplinas científicas para proceder con la divulgación.
“Además de renovar los aparatos, estamos trabajando con la rama social y cultural construyendo una zona de lectura al aire libre dedicada a Julio Verne. Estamos renovando una réplica de la bala del filme Viaje al Centro de la Luna. La profesora de literatura del IUPAC nos está apoyando para que este espacio cobre vida con diversas actividades constantes, como lecturas y obras de teatro”, detalló.
Enfatizó que todas estas renovaciones se hacen en las condiciones en que se instituyó Casa de la Ciencia Atlixco, totalmente limitadas a la bolsa de su fundador e incluso a la de la misma coordinadora y de los recursos que generan actividades como el Kilómetro de la Moneda que organizaron voluntarios en el centro de la ciudad.
“Se pretende que cada espacio nuevo se inaugure por etapas, poniendo las cajas de donación para poder continuar con la restauración”, recalcó.
Y es que, según el doctor Pérez Romero, el edificio que alberga Casa de la Ciencia Atlixco es “prácticamente prestado", pues se le paga una módica renta a Roberto Guyot Le Blanc, dueño del inmueble y miembro activo del grupo cultural José Martí, del cual también es parte el matemático.
Casa de la Ciencia Atlixco ha sido más que un espacio dedicado a la divulgación y fortalecimiento del conocimiento, pues en 20 años no solo ha sido testigo y promotor de un gran número de vocaciones científicas, también de generaciones convencidas de la importancia de la ciencia en el desarrollo del país. "El principal objetivo de este espacio es llevar ciencia a los jóvenes de Atlixco y poblaciones cercanas", aseveró su fundador.
Egresado de la Universidad de Kansas, Estados Unidos, con la especialidad en Matemáticas, José de Jesús Pérez Romero estudió dos años en la escuela de Físico Matemáticas de la Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) —cursando a la par Ingeniería Química en la misma institución— y posteriormente tres años en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Además fue docente y director del Instituto de Ciencias de la BUAP. Hoy es director general del Instituto Universitario de Puebla A. C. (IUPAC) y de Casa de la Ciencia Atlixco.
Esta obra cuyo autor es Agencia Informativa Conacyt está bajo una licencia de Reconocimiento 4.0 Internacional de Creative Commons.
