Museo de Medicina: de la Inquisición a la enseñanza
Por Armando Bonilla
México, DF. 30 de septiembre de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- En México existe una gran cantidad de edificaciones cuyas historias, por sí solas, las convierten en destinos dignos de visitar. El potencial se incrementa considerablemente cuando dichos recintos se transforman en sedes de actividades culturales, académicas, científicas y hasta recreativas.
Tal es el caso del Antiguo Palacio de la Inquisición, mismo que después de albergar historias de horror se convirtió en recinto educativo al volverse el Palacio de la Escuela de Medicina, actividad a la que fue destinado hasta que se construyera la Facultad de Medicina en Ciudad Universitaria.
Hoy este inmueble alberga el Museo de Medicina, que depende directamente de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), pero también es sede del Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina, el Archivo Histórico de la Facultad y también la Biblioteca Histórico-Médica Dr. Nicolás León.
Situado justo al cruce de las calles República de Brasil y República de Venezuela, en la colonia Centro de la ciudad de México, el Palacio de la Escuela de Medicina —que actualmente también alberga algunas clases propias de la Facultad de Medicina— representa, en términos arquitectónicos, uno de los ejemplos más significativos de la arquitectura virreinal novohispana.
Se trata de un inmueble construido entre 1732 y 1736 por Pedro de Arrieta. Durante su historia como sede de la Inquisición contaba con salas de audiencia y juicio, una cámara (de tortura) secreta, una cárcel y alojamiento para cuando menos dos inquisidores.
Una vez que la Inquisición culminó, el edificio fue utilizado como oficina de la Lotería Nacional, una escuela primaria y hasta como cuartel militar. Finalmente, en 1854 fue vendido a la Escuela de Medicina, la cual posteriormente sería parte de la UNAM. En 1950, cuando las facultades de la UNAM, incluida la de Medicina, se mudan a Ciudad Universitaria, el palacio fue sometido a una etapa de restauración.
El Museo de Medicina a través del tiempo
Hacia el 22 de diciembre de 1980, el inmueble fue destinado para recibir el Museo de Medicina, actividad que mantiene hasta la fecha. No obstante, lo que sí ha cambiado desde su apertura es el contenido de las exposiciones de las 20 salas fijas del recinto.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, Nuria Galland Camacho, responsable de servicios educativos y contenidos del museo, contó que las exhibiciones del museo fueron sometidas a un reciente proceso de transformación, el cual les ha tomado ocho años.
“A iniciativa de la Escuela de Medicina, que tenía tanto en sus instalaciones de Ciudad Universitaria como en el propio inmueble del Palacio de la Escuela de Medicina una gran cantidad de colecciones y material didáctico como instrumental médico y modelos anatómicos, entre otros, se decidió crear el museo, el cual abrió sus puertas al público en 1980”, explicó.
Detalló que en una etapa inicial el Museo de Medicina fue concebido pensando únicamente en los estudiantes de la Facultad de Medicina, ello con el objetivo de que se identificaran con la historia de la facultad, pero también para enriquecer su formación médica.
No obstante, señaló que con el transcurrir del tiempo el museo amplió el espectro de las características del público al cual se dirigía hasta incrementar su oferta con contenidos aptos para el público en general.
“A través de los años el museo se ha ido reformando y transformando hasta ser lo que es actualmente, es decir, un museo con 20 salas de colección permanente, abiertas al público general, pero también estructuradas con vocación universitaria”. Incluso, destacó que el museo aún forma parte del patrimonio de la UNAM.
La oferta educativa del museo
De acuerdo con Galland Camacho, en la actualidad el contenido del museo ha puesto especial atención en el público estudiantil y ello se debe a las propias preferencias de ese segmento por visitar el museo. "El público estudiantil nos ha preferido, nos hemos ido posicionando entre su gusto y hoy podemos decir que recibimos alrededor de 250 mil visitantes al año".
La responsable de servicios educativos aseveró que dichas cifras se deben en gran medida a la calidad educativa de las exhibiciones que resguardan sus salas. Dijo que otra de las claves de éxito radica en el vínculo entre el contenido del museo y el contenido de los programas educativos relacionados con las carreras afines a la medicina.
La narración contenida en las 20 salas
Desde los orígenes del museo se planteó el gran objetivo de estructurar las salas de tal forma que narraran la historia de la medicina en México, haciendo énfasis en sus grandes particularidades, como el sincretismo de unir dos culturas y conformar una medicina única.
De acuerdo con la vocera, en un principio la mayoría de las salas estaba concebida en términos cronológicos, pero ya en aquellas que albergan el contenido propio del siglo XIX comienza la división por disciplinas. Es en ese momento que surge una segmentación, una especialización de las ciencias médicas, de ahí la división de las salas por disciplinas y ciencias.
“Tenemos el laboratorio de histología, contamos con una colección muy vasta dedicada al laboratorio de histología, de anatomía, de cirugía plástica reconstructiva, el desarrollo humano dentro del vientre materno. El contenido se va dividiendo dentro de estás especialidades y es así que tenemos una gran colección que incluye el guion museográfico del espacio”.
El contenido más popular
La gran afluencia de visitantes y la constante labor de medición del impacto del contenido del museo, así como las principales causas que llevan a la visita de este, ha permitido identificar qué tipo de contenido es el más efectivo en cuanto a impacto educativo y captación de la atención de los visitantes.
En ese contexto, las estadísticas del propio museo señalan que las salas más visitadas son la de embriología, la cual a través de la presencia de embriones y fetos relata el desarrollo humano dentro del vientre materno y lo hace semana a semana. “Se trata de fetos reales, conservados la mayoría en formol y que pertenecen a la Facultad de Medicina”.
"Existen en el museo también algunos modelos anatómicos muy peculiares de 1874, los cuales son de procedencia francesa. Algunos de ellos son dedicados a la enseñanza en la sala de dermatología, ya que en ellos se pueden ver lesiones en la piel provocadas por diversas enfermedades, principalmente de contacto sexual”.
De acuerdo con la especialista, lo sorprendente de las piezas se relaciona con su gran precisión científica y con su búsqueda estética, casi artística. Respecto al destino final del resto de los modelos anatómicos procedentes de Francia, dijo que están dedicados a la enseñanza de la anatomía en otra de las salas.
“Se trata de piezas de cera pero que contienen bases de hueso real. Es el hueso humano recubierto con cera policromada; son piezas que representan la estructura interna del cuerpo humano, las cuales eran usadas como material didáctico en las clases de la Escuela de Medicina”.
Las 20 salas y los ocho años de trabajo para su renovación
En torno al vínculo entre el contenido y los planes académicos existentes en el área de medicina, Galland Camacho explicó que para lograrlo las salas debieron ser remodeladas y actualizadas en su totalidad, pues de manera inicial la oferta educativa no se pensó así.
Detalló que en el cuarto año de medicina los estudiantes acuden al recinto para estudiar la historia y filosofía de la medicina; pero además su trabajo se da siempre de manera colegiada con los departamentos de la facultad, y en los últimos ocho años, bajo la dirección del doctor Enrique Graue Wiechers, director de la facultad, se dieron a la tarea de renovar las salas y actualizar los contenidos.
“Teníamos la misión de mantener la vocación universitaria y dedicar el espacio a los universitarios y estudiantes de medicina, pero al mismo tiempo actualizar los contenidos de tal manera que se llegara a un planteamiento de múltiples lecturas, es decir, alcanzar a un público mucho más amplio”.
Para lograrlo, dijo, se recurrió a los diferentes departamentos de la Facultad de Medicina para que apoyaran en la elaboración de los guiones científicos y en la revisión de los mismos. “El museo no está, en ningún escenario, desvinculado con el contenido educativo de las áreas afines a la medicina”.
Respecto al proceso de actualización y renovación del contenido de las salas, mencionó que tras ocho años de arduo trabajo se encuentran en la recta final de la transformación toda vez que solo resta la sala del siglo XIX. “Hemos trabajado a lo largo de estos ocho años de manera sistemática e ininterrumpida para dar una nueva imagen al museo, y la afluencia del público lograda es reflejo de la aceptación del trabajo realizado”.
Otras actividades
A la par del contenido habitual expuesto en sus 20 salas, el museo cuenta con oferta de contenido adicional a través de sus exposiciones temporales, las cuales se dedican principalmente a mostrar la relación entre el arte contemporáneo y el mundo de la medicina.
“A lo largo de estos ocho años hemos invitado de manera constante a reconocidos artistas contemporáneos para que, inspirados por las colecciones ya existentes, propongan una, le den vida y la expongan en este mismo recinto (…) Tal es la aceptación que incluso son los propios artistas los que se acercan a nosotros en busca de un espacio para sus obras”.
También existen dinámicas propias de las visitas, las cuales pueden ser abiertas o guiadas, pero con la particularidad de que en las visitas programadas se puede incluso solicitar el tipo de guion a seguir durante el recorrido.
“Tenemos un programa muy vasto de visitas escolares o visitas especializadas y siempre llevamos a cabo un trato directo para saber cuál es la intención de la escuela y saber para qué viene. Ello porque podemos ofrecer diferentes guiones, uno que puede ser meramente arquitectónico porque sabemos que estamos en uno de los inmuebles más influyentes de la arquitectura virreinal”.
Asimismo, dijo, tienen preparado un guion dedicado a la historia de la medicina, uno a la historia de la Inquisición y guiones escolares especializados como una difusión general para escuelas primarias y secundarias. Además cuentan con el apoyo de voluntarios, estudiantes de la Facultad de Medicina que pueden dar visitas mucho más puntuales a grupos universitarios, principalmente de estudiantes de medicina.
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