¿Quieres ser un becario por la ciencia?
Por Elian Mireille Martínez Gómez
México, DF. 9 de diciembre de 2014 (Agencia Informativa Conacyt).- La Dirección General de Divulgación de la Ciencia (DGDC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) invita a alumnos de licenciatura, de cualquier carrera y universidad, que estén interesados en la divulgación de la ciencia y la tecnología, a inscribirse al programa Becarios por la Ciencia en el Universum o en el Museo de la Luz.
El objetivo principal de este programa es que los estudiantes formen parte de estos museos como anfitriones y se conviertan en la cara visible al público, al realizar labores de divulgación científica y tecnológica con los visitantes, lo que permite a los alumnos desarrollar sus conocimientos y habilidades.
Este sistema de becas representa también un apoyo para los actuales participantes. “Los alumnos nos han agradecido mucho el que podamos otorgarles este tipo de apoyo, para ellos es una gran ayuda”, comentó el licenciado Juan Edgar Pérez Gómez, Jefe del Departamento de Becarios.
Para poder ser candidato a esta beca se requiere que el estudiante, de cualquier universidad, pública o privada, cubra con el 50 por ciento o más de los créditos de licenciatura, tenga un promedio mínimo de ocho y no sea mayor de 24 años.
Existen dos convocatorias al año, actualmente está abierta la 2015-I, que dio inicio el pasado 3 de noviembre y termina el 6 de enero de 2015. El registro está disponible aquí.
Una vez registrados los datos del aspirante, se deben entregan los documentos requeridos en las oficinas del Universum o en el Museo de la Luz, de acuerdo al museo donde los alumnos deseen colaborar.
Al respecto, el licenciado Pérez Gómez comentó: “Se les manda un correo semanal a todos los registrados, comentando que el primer paso es registrarse; sin embargo, es más importante llevar sus documentos a las oficinas del departamento de becas del museo, ya que una vez aquí ven el ambiente y cómo trabajan los anfitriones”.
Las entrevistas a los aspirantes que acreditaron la entrega de documentación concluirán el próximo 7 de enero; a partir del día 12 de ese mismo mes comenzará un curso propedéutico que constará de dos módulos con duración de una semana cada uno. "La acreditación del curso es esencial para ser aceptado", dijo Pérez Gómez.
El becario ideal
La primera parte de esta capacitación brinda los conocimientos básicos sobre la conformación de la DGDC, las labores de un anfitrión y la importancia de la divulgación de la ciencia. Al término de este primer módulo se realiza una evaluación, con base en la participación y la puntualidad de los aspirantes, para determinar quiénes continúan con el proceso.
“La puntualidad es trascendental para ser anfitrión porque el público llega en ocasiones a las nueve de la mañana y si no hay quién los atienda, se afecta la imagen del Universum, y eso no queremos que suceda”, expresó el titular de la DGDC.
El segundo módulo abarca el conocimiento del área donde van a participar como anfitriones. Los aspirantes entran a las salas del museo y ven cómo trabajan los otros becarios, cómo hacen su labor. Para complementar su instrucción dentro de este último modulo se les capacita para modular la voz y proyectar una imagen que inspire confianza y seguridad al visitante.
Al término de esta segunda parte, el museo identifica a futuros becarios para iniciar funciones el 1 de febrero. Una semana antes, se les entregan uniforme y gafete de identificación.
Este esquema de becas brinda herramientas a los estudiantes para fortalecer sus habilidades. “Considero este programa como un apoyo intelectual y económico completamente integral que te prepara para el mundo laboral”, dijo Alejandra Ortiz Centeno, participante de Becarios por la Ciencia y estudiante de Ciencias de la Comunicación en la UNAM.
La beca tiene una duración de un año; al término de este periodo, los curadores emiten una evaluación en función al desempeño, actitud de servicio y aspectos académicos de los participantes, para poder renovarles la beca un año más.
Con respecto a la convocatoria anterior, se registraron 150 aspirantes, de los cuales solamente entraron al programa 90.
Para la actual convocatoria existen en el sistema 165 registrados, con un total de 30 personas que ya entregaron sus documentos, de las cuales han entrevistado a 10. El Universum cuenta con capacidad para aceptar a 260 becarios.
El programa de Becarios por la Ciencia está diseñado para que los alumnos aprendan sobre divulgación de la ciencia sin descuidar sus estudios. Al respecto, el licenciado Pérez Gómez mencionó: “Los curadores siempre están al pendiente del desempeño académico de los becarios, por ejemplo, hay algunos que ya concluyeron su carga académica y están en la elaboración de su tesis; el curador está continuamente preguntando cómo van con su trabajo para que sean años que ellos aprovechen".
Las experiencias que comparten los actuales becarios son variadas, pero todas con un mismo fin: la divulgación de la ciencia. Es el caso de Rogelio Trejo, estudiante de Biología de la UNAM, quien comentó: “En el Universum nos dan herramientas para la divulgación; de los dos años que llevo, lo más significativo para mí es cuando los niños se llevan información, y también cómo los adultos cambian sus ideas sobre animales venenosos. Además, mi actividad en el museo me permitió formar con otros exanfitriones un grupo de divulgación científica independiente llamado ADN: Aprende y Descubre la Naturaleza”.
También la becaria Sandra Balandra Castañeda, estudiante de psicología, externó: “Lo que llamó mi atención fue la divulgación de la ciencia como tal y las actividades, ya que una vez que lo vas realizando te das cuenta de que estas experiencias son muy importantes; no solamente se trata de que tú seas un mediador entre el museo y el público, sino que ellos también te pueden dar mucha información, que se vayan con esa inquietud de saber más, y que las ideas que ya traían las refuercen”
Una vez terminado el periodo de beca, existen exbecarios que reingresan al museo como voluntarios. “Es una experiencia que los chicos no olvidan, porque terminan muy contentos, muchos de ellos se convierten en voluntarios ya que sienten todavía mucho aprecio por la dependencia y por lo que hicieron”, expresó Pérez Gómez.
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