He ganado más sin el Nobel: Jocelyn Bell
Por Verenise Sánchez
Ciudad de México. 25 de septiembre de 2018 (Agencia Informativa Conacyt).- Mucho trabajo y un toque de suerte es lo que necesitas para hacer un descubrimiento, sobre todo cuando apenas comienzas tu trayectoria científica, aseguró la astrofísica Jocelyn Bell, quien durante sus estudios de doctorado descubrió los pulsares.
Durante una conferencia de divulgación que ofreció en la Escuela Superior de Física y Matemáticas, en el Instituto Politécnico Nacional (IPN), la astrofísica norirlandesa relató la afortunada ruta que desembocó en el descubrimiento de los pulsares, mientras realizaba sus estudios de doctorado en la Universidad de Cambridge, en Reino Unido.
Ante más de 200 estudiantes de secundaria, preparatoria y licenciatura, la astrofísica narró que desde pequeña se interesó por la ciencia, en especial por el cielo y las estrellas, por tal razón, decidió estudiar la licenciatura en física en la Universidad de Glasgow. Más tarde ingresó a la Universidad de Cambridge para realizar un doctorado con el investigador Antony Hewish.
Como parte de sus estudios de doctorado, participó en la construcción de un radiotelescopio para el estudio de cuásares, que son los astros más luminosos del universo.
“No se crean que la ciencia es glamurosa, no; si necesitas una herramienta, tú mismo debes imaginarla, diseñarla y desarrollarla, y eso fue lo que sucedió, durante dos años trabajábamos de sol a sol en la construcción del radiotelescopio”.
Cuando la doctora Bell analizó los datos y lecturas iniciales detectados por el nuevo radiotelescopio, se percató que había unas señales de radio extremadamente regulares y rápidas, que no podían provenir de cuásares.
“Pero la ciencia no es como se cree, no salimos en ese instante a decir encontramos algo, primero revisamos de nuevo toda la información para descartar que fueran señales provenientes de la Tierra o fuera un error del equipo”.
Una estrella "pulsante"
Después de varios meses de mucho trabajo, ella y su equipo determinaron que estaban ante algo inédito: una estrella de neutrones, muy pequeña pero de gran densidad que, además de girar a alta velocidad, estaba provista de un campo magnético muy intenso, capaz de emitir un haz de radiación concentrada en sus polos electromagnéticos. De tal manera que, la estrella al girar, el haz de radiación era recibido de forma intermitente, como si se estuvieran viendo pulsaciones, de ahí su nombre.
Este hallazgo realizado en 1967 fue considerado como uno de los descubrimientos astronómicos más importantes del siglo; por tal razón, en 1974 la Academia Sueca decidió otorgar el Premio Nobel de Física a los científicos Antony Hewish —quien fue asesor de Jocelyn Bell— y Martin Ryle.
Ante la indignación de los asistentes, Jocelyn Bell manifestó que no le molestó no recibir el premio. “No trabajo para ganar premios, porque corres el riesgo de hacer algo que no le aporte nada a la ciencia”.
En tono de broma, señaló que ha aprovechado esta situación, ya que los múltiples premios con los que ha sido distinguida representan, acumulados, más dinero que el que acompaña al galardón de la Real Academia de las Ciencias de Suecia.
Por ejemplo, ha sido reconocida con la Medalla Michelson del Instituto Franklin, el Premio J. Robert Oppenheimer Memorial del Centro de Estudios Teóricos de Miami, Premio Beatrice M. Tinsley de la Sociedad Astronómica Americana, el Magellanic Premium de la Sociedad Filosófica Americana, el Jansky Lectureship del Observatorio Radioastronómico Nacional y la Medalla Herschel de la Royal Astronomical Society. Recientemente, obtuvo el premio Breakthrough en Física Fundamental, dotado de tres millones de dólares.
También ha recibido numerosos títulos honoríficos, como el de Comandante de la Orden del Imperio Británico, así como Colega de la Royal Society. En 2017, fue investida doctora honoris causa de la Universidad de Valencia.
Antes de concluir su encuentro con los jóvenes —el cual duró más de dos horas, una de exposición y otra de preguntas y respuesta—, Jocelyn Bell les recomendó no desistir de sus sueños por muy difícil que sea el camino, “yo sé que es muy difícil, yo también muchas veces quise echarme a correr y, miren, estoy aquí”.
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