Víctor Sánchez-Cordero y su pasión por la Biología
Por Ameyalli Villafán
México, DF. 17 de agosto de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- El amor por la Biología ha hecho que el doctor Víctor Manuel Sánchez-Cordero Dávila sea actualmente uno de los investigadores más reconocidos en el país en dicha área. Sus estudios acerca de mamíferos y la distribución de especies en aspectos de biogeografía y conservación han significado una gran contribución en esta disciplina.
Sánchez-Cordero es el actual director del Instituto de Biología (IB) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y ha trabajado en esta institución de educación superior desde hace 30 años. En su oficina en Ciudad Universitaria, el investigador habla en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt sobre su trayectoria y sus aportes a la ciencia, así como de sus retos frente al IB.
Los documentales del francés Jacques-Yves Cousteau sobre biología marina hicieron que Sánchez-Cordero se cautivara e interesara por el estudio de la Biología desde que era niño. “Esa espinita no se me quitó a lo largo de mi vida estudiantil y decidí estudiar Biología y soy feliz estudiándola”, rememora el doctor.
Facultad de Ciencias: la mejor decisión
“Haber entrado a la Facultad de Ciencias fue la mejor decisión que he tomado en mi vida (…) Me abrió muchas puertas”, cuenta el director, quien estudió la licenciatura en Biología en la UNAM.
Además del nivel académico y los excelentes profesores que encontró, recuerda que especialmente las actividades académicas y culturales de la Facultad de Ciencias (FC) lo impactaron. “Había un universo que no había visto en mi vida y la Facultad me enamoró”, agrega el entrevistado.
Fue en el año de 1979 cuando Sánchez-Cordero comenzó sus estudios de posgrado. Aplicó para la Universidad de Michigan, en Estados Unidos, porque “había una actividad académica impresionante en temas de Biología y los profesores tenían una fama muy importante en esas líneas de investigación”, explica el investigador del IB.
De 1979 a 1980 realizó sus estudios de maestría y especialidad en Recursos Naturales, y de 1981 a 1985 estudió el doctorado en la misma universidad estadounidense.
A pregunta expresa de qué dificultades ha encontrado durante su trayectoria profesional contesta que ha sido un investigador muy afortunado desde la obtención de recursos hasta en tener estudiantes en su laboratorio. “Francamente las cosas han salido muy bien para mí y no ha habido ninguna traba”, añade.
Sin embargo, el doctor es consciente de que el esfuerzo constante es la clave para salir adelante. “Hay que hacer esfuerzos para escribir las propuestas. A veces aceptan los proyectos, a veces no, pero hay que levantarse y seguir participando, seguir publicando, tener muchísimos estudiantes y gozar la profesión. Eso es algo muy importante”, detalla.
A lo largo de su trayectoria, el biólogo ha tenido diversas líneas de investigación, pero básicamente se ha dedicado al estudio de los mamíferos desde diversas perspectivas. En particular, tiene preferencia por los roedores “porque son animales hermosos y se prestan como modelos para las investigaciones”, señala.
¿Por qué la decisión de estudiar a los mamíferos? En palabras del doctor, este grupo representa adaptaciones impresionantes, son importantes también en temas de reproducción, locomoción, distribución. Además son animales modelo para estudiar procesos evolutivos, biogeográficos, fisiológicos, como reservorios de parásitos de enfermedades zoonóticas de importancia de salud pública o de fauna silvestre. “Es el grupo más espectacular que hay sobre el planeta”, responde con entusiasmo el entrevistado.
Sánchez-Cordero menciona que uno de sus mayores aportes a la investigación de la biología es “un marco conceptual y metodológico, que involucra modelar distribuciones de reservorios y vectores potenciales de zoonosis emergentes de importancia en salud pública, bajo escenarios actuales y de cambio climático”, explica.
Esta idea comenzó de 2002 a 2003 y marcó el inicio de una línea de trabajo multidisciplinaria con el objetivo de generar mapas de riesgo con un alto valor predictivo. “Este proyecto fue muy gratificante porque fuimos los pioneros a nivel mundial en desarrollar estos productos académicos (…) Así se inicia: con ideas y juntándose con la gente correcta, en el momento correcto y convenciéndolas”, reconoce.
Investigación actual
En el año 2011 el doctor fue nombrado director del IB por la Junta de Gobierno de la UNAM. Actualmente se encuentra en su segundo periodo (2015-2019) al mando de dicho Instituto, lo que significa una gran responsabilidad y compromiso que ha asumido con gusto “porque al final del día esta es mi casa académica donde he estado por 30 años”, comenta.
“México, como país megadiverso, enfrenta grandes problemas de conservación de su biodiversidad y el uso de la misma”, refiere el doctor. Una de sus metas como director del IB es posicionar la instancia dentro de la problemática ambiental y afrontar la crisis de la biodiversidad. “El IB está jugando un buen papel en esta temática pero puede incrementar su participación en dar soluciones”, añade.
El investigador, quien ha recibido diversos reconocimientos a lo largo de su carrera, asegura que la ciencia puede aportar muchas cosas en beneficio de la sociedad, “y más en México que cuenta con megadiversidad biológica y si la conservamos y aprovechamos de manera sostenible, habrá un impacto positivo en bienestar de la sociedad”, comenta.
A pesar de que el doctor está dedicado de tiempo completo a su labor como dirigente del IB, no ha dejado de lado su pasión por investigar. Actualmente tiene dos proyectos.
El primero versa sobre el estudio de la geografía de las zoonosis emergentes de importancia en salud pública, especialmente de la enfermedad de Chagas y de la leishmaniasis. “Estamos estudiando cuáles son los procesos en la naturaleza en los sistemas naturales que infectan a los humanos”, detalla.
Asimismo, en su segundo proyecto trabaja en la propuesta de modelos de conectores y redes de áreas de conservación. “Evaluamos la efectividad de las áreas naturales protegidas en México”, agrega el también miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
Sobre el nivel de investigación que se realiza en Biología en México, el doctor considera que “están a la par de los mejores científicos en esta disciplina.”
El reto que se ha planteado es la incorporación de diversos grupos de investigación de otras áreas para crear grupos multidisciplinarios. “Me parece que es la frontera y el tema que hay que cultivar hoy. Es la mejor manera de hacer ciencia hoy en día".
La UNAM en su vida
“La UNAM es una casa de estudios que abre muchas oportunidades a los jóvenes”, así se expresa Sánchez-Cordero de la institución que hace 30 años le permitió iniciar sus estudios profesionales y comenzar un camino lleno de gratificaciones gracias al trabajo constante y al amor por esta disciplina.
Otra de las facetas que más disfruta es la docencia y considera que los estudiantes han sido parte fundamental en su vida académica. “Formar estudiantes e impartir clases es algo vital en la tarea de un investigador”, puntualiza.
Al preguntarle sobre la mayor satisfacción que ha tenido en su prolífica carrera, el doctor contesta que es trabajar en la UNAM. “Esta Universidad es una joya de la corona de este país, es lo máximo. Te permite divertirte haciendo investigación. Hay muchos laboratorios, tiene una infraestructura espectacular y muchas actividades culturales”, contesta con el entusiasmo de alguien que es consciente de que su dedicación ha contribuido con el crecimiento de dicha institución.
El balance en su vida cotidiana es valorado por el investigador. En su tiempo libre está con su familia, es un amante de la música clásica y además practica natación.
"Mi mayor logro es haber encontrado un balance muy virtuoso en mi vida personal que involucra mi vida académica, familiar y yo creo que son los balances que uno va eligiendo. Me parece que escogí el mejor equilibrio para mi vida y la estoy viviendo a plenitud", comenta.
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