Jaime Martínez Castillo, precursor de nuevas tecnologías en Veracruz
Por Lizbeth Barojas Vázquez
Veracruz, Veracruz. 25 de septiembre de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- Cofundador del Centro de Investigación en Micro y Nanotecnología (Microna) de la Universidad Veracruzana y precursor en líneas de investigación de la materia en el estado de Veracruz, Jaime Martínez Castillo tiene un compromiso no nada más con la ciencia, sino con sus estudiantes y el aporte que deja en ellos.
Entrevistado en el Laboratorio de Microelectrónica del Microna, en el que realiza diversos proyectos de investigación con sus estudiantes e imparte cátedra, Martínez Castillo narró cómo fueron sus inicios como investigador y los pasos que ha dado durante su trayectoria.
Orígenes
Nacido en la ciudad de Xalapa, Veracruz, inició su relación con las nuevas tecnologías al ingresar a la carrera de Ingeniería en Instrumentación Electrónica en la Universidad Veracruzana, la cual constaba de estudios en electrónica y sensores.
“En esa carrera lo importante fue que por aquellos años de los 90 estaban implicadas otras materias: física, matemáticas e instrumentación. La fortaleza que teníamos en esos momentos fue que fueron mezcladas en un mundo interdisciplinario, ya que la física y las matemáticas fortalecen esa ingeniería”, expresó.
Al finalizar su carrera y con el propósito de adquirir experiencia, se integró al cuerpo de trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), haciendo su servicio social en el área de control y automatización.
“Entre mis tareas, destacaba la observación de las plantas hidroeléctricas o generadoras de energía eléctrica a lo largo del estado de Veracruz, además de monitorear las subestaciones de 115, 230 y 400 kilovolts, misión encomendada por ser de nuevo ingreso”.
Para el ingeniero, a mediados de los años 90 las oportunidades de trabajo eran escasas por lo que optó estudiar una maestría con la cual pudiera contar con un ingreso, teniendo así su primer acercamiento con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
“Comencé a buscar opciones, entre las que destacaba la idea de hacer un posgrado, lo más cercano era la ciudad de Puebla, compitiendo con 250 estudiantes de todas las regiones”.
Los frutos de su esfuerzo se vieron reflejados poco tiempo después al ser nombrado becario del Conacyt. “Quedar dentro de los primeros treinta fue algo difícil, los conocimientos que adquirí tanto en la carrera como en el servicio social fueron fundamentales para conseguir la beca”.
Y así en el año 1996, el joven Jaime Martínez Castillo ingresó a la maestría de Ciencias en Electrónica, en el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) en la ciudad de Puebla, donde aprendió nuevos conceptos de electrónica, procesamiento de señales, diseño de circuitos integrados y donde posteriormente se especializó en circuitos receptores de fibra óptica.
Inquietud por la investigación
Posterior a su graduación en el año 1998, regresó a la ciudad de Xalapa donde se integró nuevamente a la CFE para trabajar en el sector eléctrico, teniendo la oportunidad de atender la región sureste del estado de Veracruz, donde laboró cerca de tres años.
Sin embargo, Martínez Castillo empezó a sentirse muy atraído por el mundo de la investigación y le surgió la necesidad de poder aportar algo nuevo a la comunidad científica de su país. “La cuestión técnica es muy bonita, pero llega un límite que dices esto ya lo aprendí y tienes curiosidad por explorar cosas nuevas de acuerdo a los conocimientos que adquiriste”.
Esta inquietud lo llevó a debatirse entre su trabajo y los deseos de investigación, eligiendo lo segundo. Participó nuevamente para ser becario del Conacyt para realizar sus estudios en el doctorado en Ciencias en Ingeniería Electrónica, ingresando por segunda ocasión al INAOE y se especializó en diseño de circuitos electrónicos de micro y nanotecnología para telecomunicaciones de radiofrecuencia.
En el año 2000 la empresa Motorola abrió una compañía de diseño de semiconductores en Puebla, requiriendo doctores para su centro, y Martínez Castillo fue invitado a colaborar. “Recibimos cursos especializados de la tecnología de los móviles de la tercera generación, los cuales fueron el boom en aquellos años”.
Después de tres años culminó con éxito sus estudios de doctorado en el INAOE, y el ahora doctor Jaime Martínez Castillo fue invitado a unirse al cuerpo académico de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), impartiendo cátedra por primera vez.
Debido a sus conocimientos en el manejo de herramientas de diseño de circuitos industriales, le ofrecieron un puesto como investigador en el grupo de diseño de circuitos integrados del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav) de la ciudad de Guadalajara, donde también impartió clases de posgrado en la iniciativa privada.
Luego de radicar cerca de un año y medio en Jalisco, recibió un llamado por parte de la Universidad Cristóbal Colón, ubicada en Boca del Río, Veracruz, para laborar como investigador, otorgándole la coordinación del Centro de Investigaciones del Área de Exactas y Tecnológicas.
“Las raíces llaman, y al presentarse una oportunidad para trabajar en mi entidad de nacimiento, no pude rechazar la oferta”, afirmó.
La Universidad Veracruzana
Fue hasta el año 2004 cuando Martínez Castillo tuvo su primer acercamiento como investigador con la Universidad Veracruzana, en un momento en que el entonces rector Raúl Arias Lovillo apostaba por la creación de proyectos que se encaminaran hacia la micro y nanotecnología.
“El doctor Arias partió con una pequeña semilla, la cual fue creciendo poco a poco hasta llegar a la formación del Centro de Investigación en Micro y Nanotecnología”, aseguró.
Martínez Castillo fue invitado para formar parte de la plantilla de la Universidad Veracruzana como investigador y, junto con un grupo de científicos, apostaba al desarrollo de nuevas tecnologías; el rector de la casa de estudios y el secretario de economía fundaron el Centro de Diseño en Tecnología MEMS (sistemas microelectromecánicos), el cual se convirtió posteriormente en Microna.
“Pensando en proyectos más ambiciosos se crea en el 2005 el Centro de Investigación en Micro y Nanotecnología, ya que la micro y nanotecnología es un mundo muy grande con muchas aplicaciones, el cual debía ser explotado”, expresó.
Satisfacción de la ciencia
Jaime Martínez Castillo considera que una de las mayores satisfacciones que ha tenido como investigador es el aprendizaje que se lleva en cada uno de sus proyectos y compartirlo con la gente. “Poder realizar investigación es algo que te llena de gusto, si no lo hiciera, de nada serviría toda la preparación previa que tuve en mi formación, puesto que no estaría aportando nada”.
Otra de las grandes dichas que le ha dado su carrera ha sido la impartición de cátedras, pues asegura que día con día aprende algo nuevo con sus alumnos.
“Sin ellos no se logra nada, la experiencia que ellos se llevan es para beneficio de todos, ya que en un futuro podrían crear proyectos de alta calidad. Lo más importante que tenemos nosotros es la mano de obra del estudiante, para que se capacite, aprenda, se especialice y pueda salir al campo a trabajar, o bien a un sector industrial, al municipio o un centro de investigación”, señaló.
Jaime Martínez Castillo es miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel I desde el 2007. Entre sus metas a futuro se encuentran seguir en el campo de la investigación científica realizando proyectos que fortalezcan el Centro de Investigación en Micro y Nanotecnología, además de continuar en la formación de futuros investigadores, los cuales “son los estudiantes del hoy y nuestros colegas en el futuro”.
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