Carlos Bernal, emprendedor de talla internacional
Por Nistela Villaseñor
México, DF. 7 de octubre de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- Carlos Bernal Velázquez es un emprendedor mexicano originario de Jiménez, Chihuahua; egresó del Instituto Tecnológico de Chihuahua 2 y de la Universidad de Houston. Entre prisas por los diferentes compromisos adquiridos, el emprendedor se dio tiempo de platicar con la Agencia Informativa Conacyt acerca de sus proyectos de vida personal y profesional, y de los caminos que lo han llevado a alcanzar sus metas.
En julio pasado, Bernal Velázquez obtuvo el primer lugar en el GIST Tech-I Competition 2015; concursó contra 900 participantes de diferentes lugares del mundo con la startup llamada GlucosAlarm, un dispositivo médico que consta de un sensor y una aplicación móvil para medir glucosa en orina de pacientes diabéticos en una forma indolora, económica y sin necesidad de salir de casa.
Este mismo año, Bernal Velázquez fue reconocido también por la revista MIT Technology Review, que nació en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, como uno de los 10 innovadores menores de 35 años en México. Ambas distinciones han ayudado al emprendedor a dar a conocer su proyecto, así como a establecer nuevas conexiones.
Sin embargo, considera que aunque ha dado pasos grandes que le han abierto muchas puertas, le falta camino por recorrer y continúa trabajando en ello. “De ahí la energía y las ganas”, afirmó.
La clave del éxito
Carlos Bernal agradece a sus padres el hecho de nunca rendirse. Fue un niño hiperactivo con déficit de atención, a quien corrieron incluso del jardín de niños por no encajar en un modelo educativo tradicional. “Fue un reto complicado, no solo para mí sino principalmente para mis papás”, advirtió.
Ellos descubrieron que a Carlos le gustaba la computación desde los 12 años, y diseñaron el camino para sacarlo adelante junto con sus tres hermanos. “El reto de los padres, más que educar, es ayudar a descubrir. Es muy difícil meterle por fuerza a alguien algún sueño, es más fácil ayudarlo a que lo descubra”, expresó Bernal Velázquez.
Asimismo, afirmó que la mancuerna que hace con su esposa, Nancy Guerra, directora de la compañía que produce GlucosAlarm, es lo que lo ha impulsado a alcanzar las metas. “Es la persona más ordenada que conozco. Esto nos permite que yo pueda encerrarme en el laboratorio a trabajar, mientras ella se está haciendo cargo de todo. Es un trabajo de equipo, de toda la familia incluso”.
La familia Bernal Guerra está conformada también por la pequeña Juliane, de cuatro meses de edad. Carlos compartió que desde el nacimiento de su hija empezó a preocuparse en cómo educarla. “Uno ya piensa diferente. Empecé a sentir que era en donde uno tiene que enfocarse: en descubrir qué es lo que les gusta, más que empujarlos y meterlos adentro de una caja, les tiene que gustar la caja. A lo mejor mi hija no quiere ser ingeniera, por más que yo lo quiera, o no le gustan las ciencias exactas y le gusta el arte. Siempre y cuando sea lo que la haga feliz, porque ese es el principal objetivo”.
Cuando le preguntan a Carlos Bernal a qué se dedica desde que dejó de tener un empleo estable, a veces le es difícil contestar. “Uno hace tantas cosas: un negocio aquí, otro acá, y está lanzando otro allá. Básicamente les digo que me dedico a empujar cosas, tratar de hacer que sucedan, ese es nuestro trabajo. Decidimos dedicarnos a hacer lo que mejor sabemos hacer”.
La maestría que cursó Bernal Velázquez se enfocaba en lo que en ese tiempo llamaban rayos de sensores inalámbricos, que ahora se conoce como internet de las cosas, afirmó el emprendedor. “Trabajamos mucho en eso. Un día vimos que existía la necesidad de una forma para ayudar al paciente diabético y dijimos: tenemos la capacidad de hacerlo, es técnicamente factible, pues vamos a intentarlo”.
A lo largo de su trayectoria, Carlos ha observado dos factores indispensables para que un emprendedor alcance sus objetivos: por una parte, dominar el idioma inglés, pues “es el idioma que usamos para comunicarnos a nivel global; si queremos salir de la aldea y cruzar barreras, necesitamos ser muy eficientes en el lenguaje que nos comunica. Por otra parte, empezar a establecer conexiones. Mientras más conectados estamos más posibilidades tenemos”.
El científico expresó su agradecimiento a las personas que, sin conocerlo, lo apoyaron durante la votación en el GIST Tech-I Competition 2015: familiares, amigos e incluso desconocidos. “Fue una labor de todos ellos lo que nos ayudó a llegar a la etapa final”.
Según Carlos Bernal, él y su esposa siempre han estado interesados en buscar la manera de ayudar a emprendedores, "ya sea poderles dar algún consejo de la experiencia, incluso, si les sirven algunas de nuestras conexiones o algo por el estilo, estamos a la orden para ayudarlos. Si ya recorrimos y ya nos topamos algunas veces con paredes, pues podemos decirles cómo darle la vuelta”.
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