Bioeconomía para el progreso de Nayarit
Por Claudia Karina Gómez Cancino
Tepic, Nayarit. 9 de agosto de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- Javier Marcial de Jesús Ruiz Velasco Arce es doctor en ciencias marinas con especialidad en bioeconomía, una disciplina que pone al servicio de los productores acuícolas del estado para dar respuesta a las necesidades del sector.
El académico e investigador de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN) es miembro nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), su aspiración para llegar a ser científico inició desde que era pequeño, cuando veía en las caricaturas personajes vestidos con batas blancas y tubos de ensayo; el cliché lo movió entonces a buscar su vocación.
“Siempre dije que quería ser científico, pero lo veía como en las caricaturas, donde dibujo con una probeta, vaciando contenidos en tubos de ensayo, aunque la verdad, la ciencia no es solo estar en un laboratorio; a mí me gustó la representación de la realidad en modelos matemáticos, es una manera de experimentar también”, asintió el entrevistado.
Su formación, reveló, es ingeniero pesquero y maestro en ingeniería pesquera con especialidad en acuicultura por la Escuela Nacional de Ingeniería Pesquera de la Universidad Autónoma de Nayarit-Universidad de Guadalajara, y doctor en ciencias marinas por el Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas (Cicimar) del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Bioeconomía: oportunidad para el desarrollo
Javier Marcial de Jesús Ruiz Velasco Arce.Ruiz Velasco Arce es ingeniero pesquero pero realizó su doctorado en bioeconomía y modelaje matemático para aportar soluciones a problemas que presenta el sector primario y que afecta al desarrollo del estado, del país y del mundo.
“Tenemos abandonada la producción primaria, ya que tenemos recursos naturales, espacio para generar nuestros alimentos, todo para que la producción primaria sea muy alta, pero no hay una política de estado que permita eso, de hacerlo dejaríamos de importar productos y exportaríamos más; la bioeconomía busca relacionar las actividades económicas con los recursos naturales”, dijo.
A este respecto, mencionó que la bioeconomía es una interdisciplina que nació en los años setenta, utilizando la modelación matemática para el manejo de recursos naturales renovables en el área de las pesquerías, y luego en los años ochenta se expandió a la acuicultura, con lo que no existen muchos bioeconomistas en el país y en el mundo.
Las matemáticas y la verdad
Según el investigador, el uso de las matemáticas es un reflejo de la personalidad de los estudiosos, ya que es la búsqueda constante de la verdad y la perfección.
“Las matemáticas no mienten, si hay algo que está saliendo mal, el modelo te lo señala y exige que lo resuelvas, basándote en las ecuaciones; a pesar de que uno los construye, la exactitud y la verdad es lo que siempre rige. Yo siempre busco la verdad y es que de lo contrario podemos generar una crisis en muchos aspectos”, señaló Ruiz Velasco.
Desarrollar proyectos e investigaciones que tengan resultados exitosos, sostuvo, conlleva expresar emociones que van desde la frustración, tristeza, alegría y satisfacción, que son compensados con el hallazgo de respuestas.
“Para poder construir el segundo modelo matemático que estaba planeando para atender la sobrevivencia de camarones, tuvo que pasar todo el doctorado y no lo logré, entonces tuve que aplicar otro, suficientemente razonable pero me quedaban una o dos semanas, y no lo logré; luego pasaron dos años, o sea seis en total, para desarrollar un modelo perfecto y eso fue lo más fantástico, ahora ese modelo va a ser usado a nivel internacional", manifestó.
En ese sentido, dijo que los resultados favorables de una investigación son celebrados de manera efusiva, solamente por quienes están involucrados directamente en ello, porque la ciencia a veces es incomprendida por el resto de las personas.
La vinculación del científico con el mundo
Para el doctor Marcial, mantener el contacto con el mundo y con temas fuera de lo que desarrolla en sus aulas es primordial para la innovación.
“La ciencia es muy bonita, me encanta lo que hago, pero tenemos que estar al pendiente de lo que ocurre y no encerrarse solo en lo que uno hace, porque para lograr la innovación hay que saber de los tiempos, de todas las cosas que suceden y buscar qué podemos aportar”, refirió el biomatemático.
Afirmó que siendo que la ciencia debe servir para resolver problemas, su trabajo permite acercamiento con productores primarios, con la finalidad de mostrar conocimientos adquiridos a partir de investigaciones científicas, que pueden ser usados de manera sencilla en los sistemas de producción para impulsar la autosuficiencia y el desarrollo.
El investigador ha desarrollado modelos matemáticos para representar granjas camaroneras en la entidad, además de proponer a través de esa sistematización soluciones para la comercialización, incluso para evitar enfermedades como la mancha blanca y la muerte temprana del crustáceo.
Estos modelos son tablas basadas en operaciones matemáticas que sistematizan el peso, crecimiento, alimentación, clima y otras variables diarias de las granjas camaroneras para advertir cuánto sembrar, cuánto cosechar, conocer incluso cuándo cambiar el agua; para que con ellos, los productores tomen mejores decisiones para el manejo de la producción acuícola y pesquera.
“En un modelo hay variables, constantes y parámetros, estos últimos nos permiten saber qué es lo que está ocurriendo en una situación real, por lo tanto, cada uno debe estar bien argumentado, de acuerdo a lo que queremos evidenciar”, precisó.
La creación de representaciones matemáticas le ha dado reconocimiento en el estado, ya que sus recomendaciones para airear las granjas camaroneras —hecho basado en sus mediciones a partir de la modelación matemática de estos sitios— permitieron disminuir el problema de mancha blanca, una enfermedad del camarón que afectó 90 por ciento de la producción en granjas de cultivo, tipo semiintensivo.
Desde 2008, el especialista trabaja este tipo de modelación con un grupo de tesistas de doctorado en la UAN, para incluir enfermedades —siempre y cuando estén registradas en una base de datos—, y dijo, son líderes a nivel mundial en análisis de riesgo con bioeconomía, junto con el Cibnor.
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Javier Marcial de Jesús Ruiz Velasco Arce |
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