Programa Adopte un Talento: impulsor de la vocación científica
Por Ameyalli Villafán
México, DF. 31 de julio de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- ¿Cuál sería nuestra contribución para llevar la ciencia a la sociedad? Esa fue la pregunta que se hizo hace algunos años el doctor Alejandro Frank 
Hoeflich cuando dirigía el Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“El proyecto más importante de la ciencia son los niños (…) Una cantidad mínima de chicos tienen la oportunidad de llegar a ser reconocidos y de participar en la ciencia mexicana”, expresa el científico en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México hay 33.6 millones de personas menores de 15 años, lo que representa el 28.4 por ciento del total de la población del país y, de acuerdo con cifras presentadas por el Consejo Nacional de Población (Conapo), del total de niños mexicanos, el 84.2 por ciento asiste a la escuela y 14.8 por ciento no lo hace.
Bajo ese panorama, junto con el doctor Jorge Hirsch y con el objetivo de acercar a los niños a la ciencia, Frank Hoeflich fundó en 2007 el Programa Adopte un Talento (Pauta).
“La fuga de cerebros es interior”
Pauta es un proyecto científico para niños que tienen talento especial para las ciencias. Este busca construir un puente entre la academia, la educación superior y la niñez.
Durante el 4o Encuentro Nacional de Programas de Impulso al Talento Mexicano, el doctor Frank Hoeflich expuso que los niveles educativos en el país son bajos en comparación con otros países, según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Para el investigador, “son miles de niños que no tienen oportunidad de acceder a la ciencia, la cultura y la tecnología. Son talentos desperdiciados”, mencionó durante la presentación de su conferencia.
El proyecto Pauta busca que los niños desarrollen tanto su vocación como sus habilidades científicas. En ese sentido, la doctora Gabriela de la Torre, directora general de Pauta, explica que con dicho programa pretenden que los niños pierdan el miedo a la ciencia y a lo que implica estudiarla.
“La ciencia es un área donde los niños se pueden desarrollar, y en Pauta se vinculan con especialistas y universidades, y pueden ver la ciencia como un espacio real de formación”, agrega De la Torre.
Primera aproximación de los niños a la ciencia
El doctor Reyes Pérez Sánchez lleva un año trabajando como tallerista en el programa. Considera que es más fácil integrar y encaminar a un niño a la ciencia que a un adulto. “Un niño va abriendo los ojos a todo lo nuevo, y tiene la capacidad de aprender más rápido y de absorber lo que descubre”, agrega.
“El objetivo de Pauta es desarrollar en los chicos el cariño hacia la ciencia, que ellos vean que es una actividad buena y que deja algo positivo para el ser humano y para el crecimiento del país”, refiere.
Por su parte, la doctora De la Torre menciona que dicha aproximación no les ha costado trabajo, pues “los niños que llegan a los talleres ven la ciencia de una manera diferente, sobre todo los más pequeños que muestran curiosidad e interés”.
Pauta, en palabras del doctor Frank Hoeflich, “se inició como un proyecto dirigido a los niños, y poco a poco evolucionó hacia los maestros y los padres”.
El programa ha atendido a más de 7 mil niños, “tan solo el ciclo pasado hubo mil 640 menores inscritos (…) Hay alrededor de 300 docentes trabajando en el proyecto actualmente, pero es una formación a largo plazo, pues hay maestros que llevan siete años formándose en la metodología Pauta”, expresa la doctora De la Torre.
Otra visión de la ciencia
De acuerdo con su página oficial, el proyecto está basado en el constructivismo: “No damos respuestas ni conceptos. Lanzamos preguntas, retos, para que los niños, niñas y jóvenes indaguen, se cuestionen, analicen, manipulen material, debatan, comuniquen, defiendan sus teorías y luego de un consenso entre compañeros, construyan su propio conocimiento”.
El Programa Adopte un Talento busca, con base en cada una de las actividades que realiza, conjuntar tanto habilidades científicas como sociales para lograr una formación integral en los niños. La creatividad, la socialización, el emprendimiento y la comunicación son destrezas que desarrollan los niños durante su paso por Pauta.
Por otra parte, el doctor Reyes Pérez Sánchez describe el perfil de enseñanza del programa como “bastante bueno”, pues asegura que “si hubiera tenido esta oportunidad cuando era niño, hubiera sido mucho más fácil haber cursado un programa de posgrado, porque dan bases donde los chicos saben desarrollar un proyecto científico desde pequeños”.
Lolbe Castañeda tiene 14 años y participa desde hace cuatro en el Programa Adopte un Talento, en donde ha tenido oportunidad de aproximarse a temas de ecología, física y química. “No ignoro ningún tema, todos me parecen geniales”, explica en entrevista.
El adolescente llegó a Pauta hace cuatro años por recomendación de una amiga y desde ese entonces ha sido constante con su formación. En 15 años, piensa, tendrá más conocimiento: “Hay muchas preguntas que tengo ahora y que supongo me contestaré, así tendré también más dudas”.
A pregunta expresa sobre cómo considera que este programa le ha ayudado para su crecimiento, Lolbe responde que “ha desarrollado sus habilidades de trabajo en equipo y a veces en la escuela me enseñan un tema de física y yo ya lo conozco”.
Los padres de familia son pieza clave para el desarrollo de los menores que conforman el proyecto, que cuenta con una red nacional de padres, donde comparten sus experiencias y dudas.
Monserrat Ferrer es la madre de Lolbe. Para ella, Pauta significa un gran logro. “Aquí no hay restricciones en los temas; todo el trabajo que se hace es adicional y enriquece, pues los niños trabajan en algo que les gusta y les llama la atención”, declara.
“Me gusta mucho. Nos sentimos parte de una familia, pues me relaciono con mamás de niños que tienen el mismo interés que mi hija”, añade Ferrer.
“Si me preguntan en qué he cambiado desde que ingresé a Pauta, diría que hoy tengo mayor libertad de expresión para debatir, opinar, para ver el enfoque científico de los proyectos y las actividades que realizamos aquí”, cuenta por su parte Lolbe.
En cuanto a los talleres que se imparten, el doctor Pérez Sánchez explica que todas las actividades diseñadas “tienen un camino propio, ninguno va enfocado a una sola materia. A lo largo de todo el ciclo se abordan diferentes temas para que ellos decidan en un futuro qué es lo que más les gusta”.
La satisfacción más grande
El Programa Adopte un Talento se define, según su página oficial, como “un grupo de científicos, pedagogos, psicólogos de la educación y profesores dedicados a impulsar a niños y jóvenes que quieren desarrollar sus
Para conocer más acerca de Pauta:Página web: www.pauta.org.mx Facebook: PAUTA A. C. Twitter: @PAUTAAC |
habilidades científicas dentro y fuera de la escuela”.
Una parte que Reyes Pérez Sánchez considera vital en su labor dentro de Pauta es la retroalimentación que ha tenido desde su ingreso. “Mi experiencia ha sido fascinante porque los chicos me han enseñado a mí. Yo he crecido como persona y tallerista”, expone durante la entrevista.
La matemática Maritza Pescador Rivera, coordinadora general sede Distrito Federal del programa, explica que “Pauta sí ha ido acercando a los chicos a dedicarse a la ciencia y la tecnología”.
Sin embargo, la parte presupuestal es siempre el reto que deben superar cada año. “El poder atestiguar lo que representa Pauta para personas sin oportunidades y el trabajo colaborativo con mis colegas, y que estamos vivos después de tantos años, es una gran satisfacción, porque estos programas suelen morir por falta de recursos”, comenta por su parte el doctor Frank Hoeflich y agrega que “el impulso a la ciencia y a la cultura es la manera en que el país evolucionará”.
Por otro lado, Gabriela de la Torre detalla que este proyecto “contribuye a que tengamos una mejor sociedad, y a que los niños con aptitudes sobresalientes y talento en la ciencia tengan un espacio donde desarrollarse”.
En este sentido, Pescador Rivera añade que el programa ofrece a los niños conocimiento que les servirá para su crecimiento personal y profesional en un futuro. “Como proyecto, nuestro reto es seguir mejorando, siempre aprendemos algo nuevo con las generaciones. Estamos en constante crecimiento y debemos consolidarnos”, finaliza.
De izquierda a derecha: Reyes Sánchez, Lolbe Castañeda, Monserrat Ferrer y Maritza Pescador.
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