Cibnor fomenta vocaciones científicas
Por Joel Cosío
La Paz, Baja California Sur. 10 de septiembre de 2018 (Agencia Informativa Conacyt).- Luis Francisco Díaz Domínguez, participante de la penúltima edición del programa de Verano de Investigación Científica del Centro de investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor), mencionó que esa experiencia le aportó conocimientos que han estimulado su interés por la ciencia de la biotecnología.
El programa tiene la finalidad de incidir en la formación de estudiantes mexicanos de nivel licenciatura, encauzando sus vocaciones científicas.
“La experiencia me brindó la oportunidad de acceder a un mundo de investigación científica que desconocía, completamente diferente a todo lo que uno está acostumbrado, y a conocer cómo se manejan los profesionales en su área, me interesó aún más profundizar en este campo profesional”, comentó Díaz Domínguez.
Tuvo como mentores a la doctora Liliana Rojo Arreola y al doctor Fernando Luis García Carreño, ambos investigadores adscritos al Programa de Ecología Pesquera del Cibnor.
En la actualidad, recién egresado de la carrera de ingeniería bioquímica, con especialidad en biotecnología, del Instituto Tecnológico de La Paz —perteneciente al Tecnológico Nacional de México (Tecnm)—, ha sido aceptado al Programa de Maestría en Ciencias en el Uso, Manejo y Preservación de los Recursos Naturales
“En la escuela de verano del Cibnor, un plus que tiene el laboratorio es la calendarización de todas las actividades a realizar y un entrenamiento técnico para no correr ningún tipo de riesgo en el laboratorio. De esta manera, nunca damos un paso en falso. En el programa, nos asignan un proyecto de dos objetivos para cumplir en las siete semanas que dura la estancia, este proyecto te abre un abanico de posibilidades para dedicarte a la investigación, en un posgrado posterior”, destacó Díaz Domínguez.
El programa de verano permite a los estudiantes escalar su preparación académica del laboratorio escolar a un laboratorio profesional, en el que son instruidos por personal altamente especializado, en el uso de tecnología de vanguardia y métodos de investigación y organización especialmente diseñados para hacer más eficientes los procesos del laboratorio.
De igual forma, se estimula el ingenio y creatividad en los jóvenes, con la finalidad de que desarrollen habilidades para ser capaces de suplir y crear elementos necesarios para el desarrollo de una investigación.
“Tienes que desarrollar muchas habilidades, a veces ciertos equipos no están o ciertas 'cositas' no las tienes a la mano y tienes que usar tu creatividad e ingenio que desarrollamos como científicos. En mi verano científico, una anécdota que me quedó muy presente, es que muchos estudiantes del extranjero no saben preparar algunos reactivos, porque ya los compran hechos, como geles para electroforesis o buffers. En Cibnor, en general, todos tenemos que preparar nuestros reactivos y estar conscientes que este tipo de elementos lo tenemos que ir preparando nosotros, eso nos da más herramientas”, afirmó Díaz Domínguez.
Dentro del Laboratorio de Bioquímica de la institución, en la edición 2018 del Programa de Verano de Investigación Científico, Luis Francisco Díaz Domínguez —mientras se prepara para continuar sus estudios—, en conjunto con siete estudiantes de licenciatura y por primera vez, un estudiante de bachillerato, analizaron nuevos conceptos y recursos biotecnológicos.
Dos décadas fomentando vocaciones científicas
Durante poco más de veinte años, el Cibnor, a través del Programa de Verano de Investigación Científica, ha fomentado el interés por múltiples disciplinas científicas y tecnológicas, en alrededor de 200 estudiantes de licenciatura, impulsando el desarrollo de recursos humanos altamente capacitados.
El doctor Fernando Luis García Carreño, profesor e investigador titular D del Cibnor y coordinador del programa de Verano de Investigación Científica del área de Bioquímica, mencionó que la iniciativa ha tenido tanto éxito que hoy en día, estudiantes que participaron en la escuela de verano —como le nombra al programa— son doctores que realizan investigación de la más alta calidad en el país.
Doctor Luis Fernando Garcia Carreño.“En el grupo de bioquímica del Cibnor tenemos más de veinte años recibiendo estudiantes; en promedio hemos tenido alrededor de 200 estudiantes de todo el país”, afirmó García Carreño, también miembro nivel III del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
En el programa, los coordinadores invitan a profesionales que laboran en diversos centros de investigación científica e industrias tecnológicas, locales, nacionales e internacionales.
Estos profesionistas, algunos exintegrantes de la escuela de verano, comparten sus experiencias con las nuevas generaciones.
“En el Cibnor hemos tenido estudiantes que han pasado por la escuela de verano y ahora son doctores que están trabajando como investigadores en diferentes instituciones; tenemos varios ejemplos de estos jóvenes, que les interesó, les gustó y se comprometieron con esta actividad científica. Nosotros invitamos a estas personas para que hablen con los estudiantes, para que les compartan cómo es la ciencia, cómo se hace y cómo es la vida de un investigador, y a nuestros estudiantes les decimos: 'Aquí vienen a ver el futuro, ustedes estarán haciendo lo que los conferencistas hacen ahora'”, detalló García Carreño.
El Programa Delfín, al término del verano, organiza un congreso con todos los estudiantes que participaron, en donde presentan los resultados que generaron en el programa, en un pequeño proyecto de investigación que es escalable, como tema de tesis, a nivel maestría, doctorado e incluso posdoctorado, y tiene la finalidad de impulsar a los estudiantes a que continúen un posgrado.
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