GIDE: la medición internacional de la inversión en el conocimiento
Por Carmen Báez
México, DF. 5 de febrero de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- Todos aquellos países que invierten en ciencia y tecnología cuentan con un indicador que hace comparable dicha inversión: el gasto en investigación y desarrollo experimental (GIDE), explicó Miguel Guajardo Mendoza, director de Análisis Estadístico de la Dirección Adjunta de Planeación y Cooperación Internacional del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Las actividades vinculadas en ciencia y tecnología del país se clasifican en tres componentes: gasto en servicios científicos y tecnológicos, gasto en servicios educativos, y gasto en investigación y desarrollo experimental, es decir, el GIDE. Este último está específicamente vinculado con proyectos de investigación destinados a producir conocimiento nuevo en ciencia básica o investigación aplicada y desarrollo experimental.
El GIDE “es el gasto que genera el stock de conocimiento, que después permite utilizarlo como país para ser más productivo, ingresarlo a la economía y a la sociedad del conocimiento con el fin de que la economía sea mucho más productiva”, dijo el analista.
Marco Antonio Franco Pérez, subdirector de Información Sectorial de Ciencia y Tecnología del Conacyt, explicó que en una economía, el GIDE puede financiar cinco sectores: empresas, gobierno, instituciones de educación superior, sector privado no lucrativo y el financiamiento exterior, aquel que proviene de organismos internacionales o gobiernos de otros países.
La mayoría del gasto en investigación y desarrollo experimental en México es destinado a la infraestructura científica y tecnológica, principalmente parques industriales, proyectos de centros de investigación públicos y planes de investigación y desarrollo, como es el caso del Programa de Estímulos a la Innovación (PEI) del Conacyt. El 95 por ciento de los proyectos del PEI pertenece al sector privado vinculado con universidades o centros públicos, lo que ha permitido fortalecer la relación entre estos sectores.
Por su parte, Roberto Rodríguez Rodríguez, subdirector de Integración de la Dirección de Análisis Estadístico del Conacyt, mencionó que en el GIDE se considera al conjunto de todos los sectores que participan en la inversión en ciencia y tecnología, como es el caso de las empresas. Derivado de esto, destacó la importancia de la iniciativa privada en la formación del conocimiento científico y tecnológico.
“Cuando una empresa invierte en una investigación está moviendo las fronteras del conocimiento. Existen industrias que por su formación invierten en investigación básica y otras invierten solo en investigación tecnológica para generar prototipos e introducirlos al mercado”, destacó.
¿Cómo se calcula?
Para Miguel Guajardo Mendoza, la estadística muchas veces suele ser considerada aburrida; sin embargo, comentó que se trata de un área muy importante en la política pública.
“En un primer momento, la medición es fundamental: si no tienes una medición inicial de la situación de la que partes no es posible dimensionar el reto de lo que estás por hacer”, compartió el especialista.
Sus palabras vienen a propósito de las actividades que se realizan para calcular el GIDE, una de ellas involucra la elaboración de encuestas y censos económicos.
Uno de los documentos estadísticos más importantes a nivel nacional para este cálculo es la Encuesta sobre Investigación y Desarrollo Tecnológico (Esidet), que realiza bianualmente el Conacyt en colaboración con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). El uso de este documento estadístico, dijo el especialista, ayuda a la toma de decisiones y en la elaboración de políticas científicas y tecnológicas en el país.
Para mejorar este indicador, explicó Guajardo Mendoza, se están realizando encuestas con representatividad estatal que van a permitir tener un mapa más claro de cómo es el gasto en ciencia y tecnología en las entidades federativas del país, y detectar el gasto que realizan las instituciones privadas, instituciones de educación superior e instituciones sin fines de lucro. En particular, actualmente, el Conacyt trabaja en la elaboración de una encuesta para identificar cuáles son los determinantes que motivan a las empresas privadas en investigación y desarrollo a invertir en el GIDE.
“La encuesta nos sirve principalmente para detectar el gasto de las instituciones privadas, contiene un módulo para instituciones de educación superior e instituciones sin fines de lucro; con la combinación de todos estos elementos nosotros calculamos el gasto en investigación y desarrollo, y el indicador de dicho gasto como proporción del Producto Interno Bruto (PIB); creemos que existen unidades para robustecer esta medición”, explicó.
Uno de los objetivos de estas actividades, destacó Guajardo Mendoza, es vincular el desarrollo económico del país con ciencia y tecnología.
“Cuando se convierte una buena parte de estos desarrollos tecnológicos en innovación, es entonces cuando la economía recibe los beneficios de estar produciendo bienes y servicios de un mayor valor en el mercado”, expresó.
La importancia de la estadística
En el Conacyt se elaboran proyectos lúdicos (ilustraciones, animaciones, etc.) para destacar la importancia de la estadística, con la finalidad de romper con la muralla entre este tipo de información y la sociedad, explicó el especialista.
“Tenemos una encuesta adicional que mide la percepción que tiene la sociedad sobre ciencia y tecnología en México, para tener un termómetro general de cómo la sociedad percibe al sector”, comentó.
“En general hay una percepción muy buena pero no hay confianza. Es una oportunidad para poder comunicar bien lo que se hace; porque si las personas no creen que la ciencia tiene la posibilidad de cambiar la vida de una nación, entonces se dificulta el impulso de políticas más agresivas en gasto-inversión y focalización para este tipo de actividades”, agregó.
Actualmente, el Conacyt utiliza estas encuestas para generar estrategias de comunicación y difusión. “Nos ayuda a procesar los datos para darlos de una manera más accesible a la población. La información que producimos va enfocada a tratar de aplicar mejor los recursos del Conacyt”, concluyó Miguel Guajardo Mendoza.
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