Sustratos y abonos orgánicos para hortalizas domésticas
Por Israel Pérez Valencia
Santiago de Querétaro, Querétaro. 13 de julio de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- Especialistas del Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional (CIIDIR) Unidad Michoacán, del Instituto Politécnico Nacional (IPN), desarrollan un proyecto enfocado en la producción de composta, sustratos y abonos orgánicos orientados a la promoción de hortalizas domésticas, utilizando residuos sólidos orgánicos industriales de la región combinados con tratamientos de fertilización química.
El proyecto tiene el objetivo de ofrecer alternativas para fomentar la producción de hortalizas domésticas y al mismo tiempo disminuir la contaminación ambiental que generan las industrias agrícola y ganadera, y es desarrollado por los investigadores del CIIDIR José Venegas González, Luis Arturo Ávila Meléndez, Luis Fernando Ceja Torres y José Luis Montañez Soto.
Al respecto, el investigador del CIIDIR Unidad Michoacán del IPN, José Venegas González, aseguró que la producción agrícola en esa región, así como los procesos de industrialización de todos sus productos, genera residuos contaminantes que, analizados de una manera holística, afectan el agua, el suelo, la atmósfera e incluso a la población, por lo que este grupo de investigadores consideró la posibilidad de aprovechar residuos en compostas, sustratos y abonos orgánicos.
“Haciendo un análisis técnico y agronómico, estamos en posibilidades de generar un material para la producción no nada más de hortalizas sino de cualquier especie de acuerdo con las necesidades y la demanda que haya en la sociedad. En este caso, nos enfocamos en la producción de hortalizas porque es algo que se puede llevar a cabo directamente en las casas; es posible cultivar acelga (Beta vulgaris var. cicla), pimiento morrón (Capsicum) o incluso fresa (Fragaria). Se selecciona la hortaliza según las características fisicoquímicas del sustrato o compos que estemos trabajando”, indicó.
Venegas González resaltó que para este proyecto los investigadores del CIIDIR Unidad Michoacán trabajaron con residuos orgánicos industriales regionales, como son la fibra de coco (Cocos nucifera), la cascarilla de arroz (Oryza sativa), la cachaza de caña de azúcar (Saccharum officinarum), el estiércol de res, harina de pescado y roca fosfórica (RF), y para acelerar el proceso del compostaje se trabajó con un inóculo de levadura de cerveza.
“Primero se hizo el acopio, mezcla y el humedecimiento, que es importante llevarlo a cabo de manera precisa, porque si se pasa va a faltar oxígeno y con ello se genera la proliferación de microorganismos anaeróbicos y la producción de metano, fosfinas, óxido nitroso, además de gases tipo invernadero que afectan el ambiente. Las temperaturas que actualmente tenemos en varios estados de la república se deben, en parte, al mal manejo de los residuos sólidos orgánicos”, advirtió.
El investigador del Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional Unidad Michoacán indicó que como resultado del estudio del comportamiento de las hortalizas en un sustrato orgánico combinado con fertilizantes químicos, se pudo identificar el aumento en alcalinidad y la conductividad eléctrica, lo que indica un alto contenido de sales, suficientes para la buena nutrición del cultivo.
"Pensando en que tiene un alto contenido de sales y lógicamente de ahí se deriva el pH elevado, se escogieron especies que las toleraran. Hemos trabajado con el brócoli (Brassica oleracea italica), la espinaca (subfamilia quenopodioideas), acelga, coliflor (Brassica oleracea var. botrytis) y la col (Brassica oleracea var. capitata), estas especies son en general tolerantes a las sales por eso hemos trabajado con ellas”, finalizó.
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