Estudian novedoso sistema para reconocimiento de personas mediante venas esclerales
- Por ser un algoritmo matemático lo convierte en un sistema exacto y altamente confiable.
El tema de seguridad cobra cada día mayor relevancia, por ello investigadores de la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME), Unidad Culhuacán, del Instituto Politécnico Nacional, trabajan en un sistema de reconocimiento de personas mediante venas esclerales (ubicadas en la parte blanca del ojo llamada esclera).
Actualmente, el rasgo biométrico más exacto para reconocimiento es a través del iris; sin embargo, al agregar el de venas esclerales, se robustece un sistema con el objetivo de hacerlo infalible.
Los datos se pueden almacenar en un código de barras; actualmente utilizan el sistema Matlab, el cual permite hacer simulaciones con las fotografías..
El líder de este proyecto de investigación es el doctor Gualberto Aguilar Torres, quien asegura que “la configuración de las venas esclerales es permanente y distintiva de cada persona”.
El proceso de este sistema inicia con una fotografía del ojo tomada con una cámara digital de diez megapixeles y un lente de gran resolución. Posteriormente, se elimina la imagen del iris, pestaña y párpados y se trabaja con la parte blanca o esclera, de allí se ecualiza la imagen y se marcan las minucias o puntos donde las venas tienen una configuración de intersección o fin de línea. El siguiente paso es realizar los algoritmos matemáticos sobre la distancia entre las venas, los puntos de unión, las coordenadas y los ángulos que forman las intersecciones, para tener como resultado un registro numérico que corresponde a cada persona.
Este novedoso sistema se puede implementar en los equipos biomédicos de iris que ya existen, evitando un doble gasto de aparatos y de molestias para los usuarios, pues, con una sola revisión se puede leer las dos pruebas. Con ello, se abaten costos y se aumenta la seguridad.
El equipo de investigación del doctor Aguilar Torres fue el primero a nivel mundial en realizar este tipo de estudios.
Para lograr que las venas esclerales fueran consideradas como rasgo de identidad, tuvieron que cumplir con los requisitos de universalidad, singularidad, estabilidad y cuantificación. Son universales porque las poseemos todos los seres humanos sin importar raza o sexo; son singulares porque su configuración es distinta en cada persona; son estables porque aproximadamente después de los siete años de edad ya no cambian; y son cuantificables porque se pueden expresar de manera numérica.
Los rasgos biométricos sirven para identificar a una persona por sus atributos físicos y de comportamiento. Dentro de los primeros están las huellas dactilares, el iris, los patrones faciales, la frecuencia de la voz, la conformación de la dentadura y la información del ácido desoxirribonucleico (ADN). La identidad de comportamiento, en cambio, la determinan cualidades aprendidas que pueden ser modificadas, por ejemplo, la firma, la forma de caminar, la cadencia de tecleo para escribir en una computadora o la forma de escribir con la mano. Ahora las venas esclerales se suman a los rasgos de identidad física.
En este trabajo de investigación colaboran los doctores Héctor Manuel Pérez Meana y Gabriel Sánchez Pérez. Todo el quipo de investigación cuenta con el apoyo económico del Instituto Politécnico Nacional y, en breve, el sistema estará disponible para aquellos inversionistas que estén interesados en implementar mayores medidas de seguridad en sus empresas.