Mexicanos en el tránsito de Venus
Por Tania Robles
En 1874, un grupo de intelectuales mexicanos realizó lo que se considera el primer viaje científico mexicano. Apoyados por el gobierno de nuestro país, se envió una comisión que 
instalaría dos campamentos para realizar la observación del tránsito de Venus en la periferia de Yokohama, Japón, sitio que formaría parte de la zona en la que sería visible el tránsito. La totalidad de esta zona comprendía una parte de Asia y Oceanía.
Anteriormente, en 1872 se creó el interés de la comunidad interesada en el quehacer científico al ser publicado en el boletín de la Sociedad Mexicana de Geografía, un artículo de Francisco Jiménez que relataba los tránsitos de Venus y de Mercurio, y la participación de los criollos mexicanos Joaquín Velázquez de León, Antonio Alzate y Antonio Bartolache, en el tránsito de Venus ocurrido en 1769. Sin embargo, no se obtuvieron resultados por parte de ninguna institución en apoyo.
Más tarde, en abril de 1872, el destacado ingeniero y astrónomo Francisco Díaz Covarrubias, revivió los ánimos de mandar un grupo de mexicanos a realizar dichas observaciones y estudios del tránsito de Venus.
Este hecho concluyó en que el 8 de septiembre del mismo año, el diputado Juan José Baez, al tomar de forma positiva la posibilidad del viaje científico, discutió sobre mandar una comisión científica a Japón con el presidente de México en turno, Sebastián Lerdo de Tejada, quien tomo con entusiasmo la idea, pues le parecía que México podría obtener aportes culturales y científicos, así como ayudar al reforzamiento del orgullo nacional. Días después, el presidente mandaría llamar al ingeniero Díaz Covarrubias, misma reunión en la que el presidente cuestionó al ingeniero con dos preguntas: ¿había en México personas capaces para integrar una comisión astronómica que intentara realizar con éxito la observación del tránsito?, y si era así, ¿había instrumentos adecuados y disponibles en la capital del país o sus cercanías?, las respuestas fueron afirmativas.
Entonces, ya con la aprobación del presidente Lerdo de Tejada, Diaz Covarrubias tuvo la tarea de reunir a los miembros de la comisión y los instrumentos utilizados, así como la ruta y planeación del viaje.
La instrumentación para obtener información y observar el tránsito de Venus que la omisión mexicana utilizo, fue: un telescopio cenital, un teodolito y un barómetro que el Ministerio de Fomento otorgó. También otro telescopio cenital y un cronómetro, facilitados por la Escuela de Ingenieros. El Colegio Militar colaboró con un telescopio refractor sencillo y otro cronómetro.
Como amante de la astronomía, Díaz Covarrubias también llevó parte de sus instrumentos: dos telescopios altazimutales.
La comisión del viaje científico estuvo conformada finalmente por el ingeniero Francisco Díaz Covarrubias, el ingeniero Francisco Jiménez –ambos astrónomos-, el ingeniero Manuel Fernández Leal, topógrafo y calculador del grupo, el ingeniero Agustín Barroso, también calculador y fotógrafo, y finalmente Francisco Bulnes, cronista y calculador.
El 18 de septiembre de 1874, la primera comisión para un viaje científico mexicano, salió en dirección a Orizaba a bordo del Ferrocarril Mexicano.
Fuente:
Odisea 1874 o el primer viaje internacional de científicos mexicanos. Marco Arturo Moreno Corral.
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