Con tecnología de punta, la UNAM opera el Laboratorio Nacional de Observación de la Tierra
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MEXICO
Ciudad Universitaria
Marzo 2 de 2018
Bol./131
- Cada 15 minutos obtiene imágenes del Hemisferio Occidental completo y se puede dar seguimiento regional por minuto a huracanes, frentes fríos e incendios forestales, lo que lo convierte en pieza clave para la prevención de riesgos
- Recibe información de ocho satélites de órbita polar y de última generación, como el GOES 16, informó Manuel Suárez, director del Instituto de Geografía
- Su antena es única en el país y en una universidad de América Latina, expuso la responsable de las estaciones de recepción de imágenes satelitales, Gabriela Gómez
- Se podrá monitorear el cumplimiento de compromisos de la Agenda 2030 sobre el cambio climático, señaló el coordinador del laboratorio, Jorge Prado
Con tecnología de vanguardia, la UNAM opera el Laboratorio Nacional de Observación de la Tierra (LANOT), que recibe imágenes e información casi de manera inmediata de ocho satélites, con lo que se pueden dar alertas tempranas y prevenir riesgos por incendios, tormentas severas y huracanes, entre otros.
Manuel Suárez Lastra, director del Instituto de Geografía (IGg) –en donde se ubica el LANOT–, explicó que diariamente reciben 2.7 teras de información, que se distribuyen en tiempo real a través de un geoportal, una página de Internet, y se da acceso directo a sus servidores a dependencias que requieren de estos datos.
Cada 15 minutos, agregó, se obtienen imágenes del Hemisferio Occidental completo; cada cinco minutos hay nueva información de toda Norteamérica y se puede dar seguimiento regional por minuto a huracanes, frentes fríos, incendios forestales, detección de tormentas eléctricas y eventos astronómicos como los eclipses o la actividad solar.
Además, recibe información del Solar Ultraviolet Imager, un telescopio que capta imágenes del Sol, lo que permite la emisión de alertas tempranas ante posibles impactos en la magnetósfera que provoquen interrupciones y/o daños en los sistemas de energía, comunicación y sistemas de navegación.
“Es factible observar los procesos de los mares, la atmósfera, las diferentes cubiertas vegetales y sus cambios en el corto, mediano y largo plazos; además, monitorear incendios, la actividad eruptiva, accidentes industriales de gran tamaño. Con esto es posible disminuir riesgos y prevenir desastres, incidiendo así en temas de seguridad nacional”, destacó.
El laboratorio, acotó, forma parte de un consorcio conformado por el IGg, el INEGI, la Secretaría de Marina, la Universidad Autónoma del Estado de México, el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, el Centro Nacional para la Prevención de Desastres y el Servicio Meteorológico Nacional, entre otras instancias.
Entre sus metas, añadió, está ampliar su capacidad de almacenamiento de información, tener acercamiento con la Agencia Espacial Europea para conseguir más datos y establecer mayor vinculación con otros laboratorios nacionales como el de Ciencias de la Sostenibilidad (LANCIS), de Buques Oceanográficos y el de Clima Espacial (LANCE).
En su oportunidad, la responsable de Estaciones de Recepción de Imágenes Satelitales del LANOT, Gabriela Gómez, expuso que se reciben datos de siete satélites de órbita polar, del sistema GEONETCast, así como de satélites de última generación GOES 16.
La UNAM, afirmó, es la única institución en el país con una antena para recibir información de este último satélite y la única universidad en América Latina con esta infraestructura.
En tanto, el coordinador del LANOT, Jorge Prado, indicó que éste forman parte de la Red Académica del Comité de Expertos de la Organización de las Naciones Unidas sobre el Manejo de Información Geoespacial Global, en la cual pueden brindar opiniones a los países sobre el uso de estos datos para atender asuntos de seguridad nacional y crecimiento económico.
El laboratorio, añadió, ayudará a vigilar el avance de las naciones en los compromisos de la Agenda 2030 en temas como el cambio climático y la reducción en la huella de carbono. “Se puede vigilar a partir de monitorear los cambios en la vegetación y usos de suelo. También podemos incidir en la seguridad alimentaria al evaluar cómo serán las cosechas anuales”.
Finalmente, Suárez Lastra aseguró que el LANOT, además de proporcionar información para la investigación científica y desarrollos tecnológicos, será un espacio para la docencia, pues en su labor se ha incorporado a becarios y estudiantes.
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