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Los impactos de asteroides podrían crear nichos para la vida, sugiere el estudio del cráter de Chicxulub

CENTRO DE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA DE YUCATÁN, A.C.

COMUNICADO DE PRENSA 

1479ter 2Mérida, Yucatán, a 18 de noviembre de 2016.- Los grandes impactos de asteroides deforman las rocas de tal manera que pueden producirse hábitats para la vida temprana, concluyó el equipo internacional de científicos que estudia el Cráter de Impacto de Chicxulub, tras el primer análisis de las muestras obtenidas.

El estudio recién publicado en la revista Science da cuenta de los primeros análisis de los núcleos recuperados del Cráter de Impacto de Chicxulub entre abril y mayo de 2016 en la costa de la península de Yucatán, cuando alcanzaron a perforar hasta 1335 metros por debajo del fondo marino. 

Los análisis sugieren que el impacto que se produjo hace 65 millones de años deformó las rocas anulares del pico del cráter de tal manera que las hizo más porosas y menos densas de lo que cualquier modelo había predicho.

Los organismos simples pudieron prosperar gracias a las rocas porosas que proporcionaron los nichos y los nutrientes necesarios por el agua circulante, que habría sido calentada dentro de la corteza terrestre. En su etapa temprana, la Tierra fue constantemente bombardeada por asteroides, y el equipo ha inferido que este bombardeo también debió haber creado otras rocas con propiedades físicas similares, lo que, en parte, puede explicar cómo la vida se originó en la Tierra. 

El estudio también confirmó un modelo sobre la conformación de los anillos de pico en el cráter de Chicxulub y cómo se pueden formar anillos de pico en cráteres en otros cuerpos planetarios. 

El nuevo trabajo del equipo ha confirmado que el asteroide que creó el Cráter de Chicxulub golpeó la superficie de la Tierra con tal fuerza que empujó rocas, que en ese momento estaban a diez kilómetros bajo la superficie, más abajo aún y luego hacia fuera. Estas rocas, entonces, se movieron otra vez hacia adentro de la zona del impacto y luego hasta la superficie, antes de colapsar abajo y hacia fuera otra vez para formar el anillo de picos. En total, las rocas se movieron una distancia total de 30 kilómetros aproximadamente en cuestión de unos pocos minutos.

Joanna Morgan, autora principal del estudio, profesora del Departamento de Ciencias de la Tierra e Ingeniería del Imperial College del Reino Unido, dijo: "Es difícil de creer que las mismas fuerzas que destruyeron a los dinosaurios también pueden haber jugado un papel mucho antes en la historia de la Tierra, como los primeros refugios para la vida temprana en el planeta. Esperamos que más análisis de las muestras del núcleo proporcionarán más ideas sobre cómo la vida puede existir en estos entornos subterráneos".

Los siguientes estudios que realizará el equipo internacional comprenden la adquisición de una serie de medidas detalladas de las muestras de los núcleos recuperados para refinar sus simulaciones numéricas. En última instancia, el equipo está buscando evidencias de formas de vida antiguas y modernas en las rocas del anillo de picos. También quieren aprender más acerca de los primeros sedimentos que se depositaron en la parte superior del anillo de pico, lo que podría decir a los investigadores si fueron depositados por un tsunami gigante, lo que les proporcionará información sobre cómo la vida se recuperó y regresó a estas zonas estériles generadas después del impacto.

Trabajo de perforación

La “Expedición 364 Cráter de Chicxulub K-Pg” se realizó entre abril y mayo de 2016 a bordo del buque/plataforma Myrtle, localizada a 30 kilómetros de la costa de Sisal, en la península de Yucatán, México. 

A lo largo de las semanas de la expedición, el equipo recolectó 303 núcleos de rocas del Cráter de Impacto de Chicxulub, y alcanzó una perforación de 1335 metros por debajo del fondo marino.

Los núcleos recuperados fueron escaneados en los Laboratorios Weatherford en Houston, Texas, para después ser enviados al Programa Internacional de Investigación del Océano (IODP, por sus siglas en inglés) en Bremen, Alemania, donde las muestras se dividieron, fueron descritas, fotografiadas y analizadas por el comité científico en el que participaron varios investigadores mexicanos.

En México, la expedición fue realizada por el Consorcio Europeo para la Investigación de Océanos (ECORD) como parte del IODP. La expedición también contó con el apoyo del Programa Internacional de Perforación Científica Continental (ICDP). 

La expedición fue posible gracias al apoyo y la asistencia del Gobierno de Yucatán, de organismos del gobierno federal mexicano y de científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Dr. Jaime Urrutia Fucugauchi y Dra. Ligia Pérez Cruz, así como del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), Dr. Mario Rebolledo Vieyra.

Artículo en Science

http://science.sciencemag.org/content/354/6314/878.figures-only

FOTOS: La figura de muestras recuperadas aparecen en la revista Science. Las demás fotografías de la expedición son cortesía de diferentes científicos de ECORD-IOPD.

Para mayor información. Divulgación. Departamento de Comunicación Institucional del Centro de Investigación Científica de Yucatán, A.C. (CICY), con oficinas en Calle 43 # 130, Col. Chuburná de Hidalgo, C.P. 97200, Mérida, Yucatán, México. Teléfono: (999) 942-8330 Ext. 146. Correo electrónico: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

 

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