“Uso del tiempo y trabajo no remunerado en México”
COMUNICADO DE PRENSA
EL COLEGIO DE LA FRONTERA NORTE
Se imparte en El Colef conferencia
Haciendo una comparativa entre Ecuador, México y Perú, lo que generalmente sucede en éstos países es que las mujeres participan en el mercado de trabajo remunerado y no remunerado entre 10 y 20 horas más a la semana que los hombres.
Tijuana, B.C. a 28 de agosto de 2015.- Este viernes se llevó a cabo en El Colegio de la Frontera Norte la conferencia “Uso del tiempo y trabajo no remunerado en México”, impartida por la Dra. María Edith Pacheco Gómez Muñoz, profesora-investigadora del Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y Ambientales de El Colegio de México.
En su discurso, la académica presentó los resultados que forman parte del libro que da título a la conferencia, en el que se hace un análisis del tiempo que destinan las personas a sus actividades y al trabajo remunerado y no remunerado, es decir, actividades que inciden en el mercado y las que se consideran domésticas, respectivamente, con base en la Encuesta Nacional de Uso de Tiempo 2009 (ENUT), la Encuesta Nacional de Ingreso Gasto de los Hogares (ENIGH) y la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), pertenecientes al INEGI.
En México, de acuerdo a estadísticas de 2009, los hombres destinan semanalmente alrededor de 12 horas al trabajo doméstico (no remunerado) y 48 horas al trabajo para el mercado (remunerado), en tanto que las mujeres invierten a la semana cerca de 40 horas a las labores domésticas (no remunerado) y 38 horas al trabajo para el mercado (remunerado), dando un total de una carga global de trabajo aproximada de 60 horas para el hombre y 78 horas para la mujer.
“En lo que se refiere a la calidad de vida, si se considera que para tenerla se requiere tiempo para estudio, recreación u ocio, resulta ser que los hombres la duplican en términos de tiempo frente a las mujeres, porque la carga global de trabajo, especialmente del trabajo no remunerado, es muy fuerte en éstas”, explicó la investigadora.
Los resultados también muestran que el trabajo doméstico (no remunerado) representó, en 2009, más del 20 por ciento del Producto Interno Bruto mexicano, dicha proporción supera a lo producido por cualquier sector económico considerado de manera individual en el Sistema de Cuentas Nacionales.
Finalmente, la académica señaló que en el caso de las parejas, al obtener un doble ingreso se reduce la brecha de igualdad entre los géneros, ya que se resuelven los problemas de las inequidades de “uso de tiempo en el hogar” contratando empleadas domésticas, con esto, agregó, no se modifica la división del trabajo en el hogar.
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