Veracruz, pionero en conservación del tiburón tigre
Por Lizbeth Barojas Vázquez
Veracruz, Veracruz. 22 de septiembre de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- El Acuario de Veracruz A. C. ha sido reconocido internacionalmente por ser el único centro de exhibición de especies marinas en mantener al tiburón tigre con vida en un ecosistema artificial por largos años, obteniendo el récord de longevidad en cautiverio para esta especie, la cual no se había logrado mantener por más de tres años en cautiverio.
Al saberse que un acuario mexicano contaba con ejemplares de Galeocerdo cuvier con más de siete años en exhibición, se atrajo la atención de centros de investigación en el extranjero, colocando a México como pionero en mantener especies mayores en condiciones de cautividad, afirmó el responsable del tiburonario del Acuario de Veracruz, Raúl Marín Osorno.
El especialista explicó que el éxito consiste en proveer las necesidades del tiburón tigre al estar en un ecosistema artificial, las cuales difieren totalmente a las que tenía en su hábitat natural. El descubrimiento obtenido fue posterior a una serie de investigaciones empíricas, las cuales consistieron en una detallada observación del animal, siguiendo de cerca su comportamiento y adaptación al medio.
“Es necesario conocer los requerimientos biológicos de las especies para poder tenerlas en cautiverio, los tiburones necesitan condiciones óptimas de espacio, ambiente y nutrición para sobrevivir. Mediante la observación se obtiene la información sobre la especie, y si no se presentan enfermedades, tratamientos ni conductas aberrantes son signos que el animal se adaptó bien”, aseguró Marín Osorno.
El proyecto del tiburonario nació en el año 2002 con el propósito de exhibir y mantener especies mayores de tiburón, desarrollando métodos y técnicas de conservación para su sobrevivencia en un ecosistema artificial, como es el caso del tiburón tigre.
Marín Osorno, biólogo responsable de este proyecto, diseñó la pecera con una capacidad mayor a los 900 mil litros de agua, la cual alberga once ejemplares de tiburón, entre los que destaca el Galeocerdo cuvier. Antes de construir un estanque de este tamaño, dijo el especialista, fue necesario conocer los patrones de recorrido de las especies de acuerdo con su fisiología, además de conocer la calidad de agua que requieren para mantenerse con vida.
Los acuarios como centros de conservación integral llevan a cabo proyectos de campo de actividades de cautiverio, las cuales incluyen el monitoreo de especies. Al concluir su ciclo de vida en el acuario, tras alcanzar un peso y longitud no apta para una pecera, los tiburones tigre son liberados de manera responsable, monitoreándolos satelitalmente para analizar su comportamiento dentro de su ecosistema natural, después de haber vivido en uno artificial.
“Hasta el momento, dichas investigaciones indican que los tiburones se adaptan con facilidad, siendo este un proyecto exitoso para el acuario”, dijo Marín Osorno.
Explicó que los tiburones son marcados con transmisores satelitales, los cuales son insertados en el lomo, que durante tres meses monitorean datos del organismo. Al concluir este periodo, el mecanismo se desprende de forma automática del ejemplar, flotando a la superficie para posteriormente mandar los datos vía satélite a la compañía que administra dicho servicio, quien a su vez lo envía al acuario para después codificarlo y analizar los datos.
Estas investigaciones y aportaciones sobre la biología del tiburón en cautiverio han destacado en la comunidad científica internacional, reconociendo al biólogo Raúl Marín Osorno por sus estudios y experiencia con el tiburón tigre, convirtiéndose en el primer latinoamericano en participar en una publicación extranjera de esta índole.
En el año 2004 publicó, en colaboración con especialistas de la especie, el Manual internacional de tiburones en cautiverio (Elasmobranch Husbandry Manual), donde Marín Osorno participó como coautor del capítulo “Reproducción de tiburones en cautiverio”, además de una mención sobre el trabajo que ha realizado en el acuario sobre los Galeocerdo cuvier.
El biólogo dijo que además de aportar en publicaciones e investigaciones científicas, los acuarios modernos tienen la finalidad de crear educación ambiental acerca de las especies que exhiben, un ejemplo de ello es el tiburonario, el cual contribuye a la conservación de sus ejemplares, tanto en cautiverio como en su hábitat natural, concienciando al ser humano sobre su preservación.
Fuente: Catálogo de aletas, tronchos y cabezas de tiburones en el Pacífico mexicano.
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