Cómo redactar un texto de ciencia para medios masivos
Por Susana Paz
Campeche, Campeche. 23 de junio 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- Precisión, enfoque y claridad son algunos elementos que se necesitan para escribir un texto de ciencia que se pueda publicar en cualquier medio de prensa escrita, aseveró el periodista y escritor Antimio Cruz Bustamante, quien impartió el taller Redacción de textos de ciencia para medios masivos en el marco de la Semana de Intercambio Académico de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur).
Cruz Bustamante tiene una trayectoria de 27 años en periodismo, de los cuales alrededor de 20 años han sido específicamente en periodismo científico. Es colaborador de la revista Emeequis, el periódico La Crónica y la agencia Investigación y Desarrollo; ha sido profesor de la Maestría en Periodismo del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), y es actual subdirector de información del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
De acuerdo con el especialista, desde hace dos años Ecosur puso en marcha una estrategia para que los periódicos de la región en donde la institución tiene presencia abrieran algunas páginas para colaboraciones de investigadores. Ecosur tiene cinco unidades en diferentes ciudades del sur del país: San Cristóbal de las Casas y Tapachula, Chiapas; Chetumal, Quintana Roo; Villahermosa, Tabasco; y Campeche, Campeche.
“Tienen cinco equipos de comunicación, uno en cada ciudad, y han conseguido buenos espacios en medios para que sus investigadores puedan hablar sobre su trabajo. Pero el eslabón que hace falta en esta fórmula, es que los investigadores escriban, porque normalmente el científico tiene un poco de miedo de aparecer en los medios, o siente que no maneja el lenguaje para el público en general, no conoce la extensión o la manera en que se tiene que construir. Por eso, Ecosur hizo favor de invitarme en 2014 y ahora en 2015, para ofrecer un taller para que adquieran la capacidad de elaborar estos textos y puedan ser publicados en los espacios que ya se consiguieron. Las disciplinas de las cuales ellos provienen son por ejemplo, biología, sociología, antropología, ellos son expertos en esos campos y la idea es darles herramientas de estructura para poder salir, primero en prensa escrita, pero también para extenderse a radio y televisión”, explicó.
A juicio del escritor, a los periódicos sí les interesa tener la opinión de los científicos pero lo que hace falta ahora es que a ellos se les quite el miedo a escribir.
Frente a la Catedral de Campeche, en el edificio del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), con el fondo de una impecable ciudad amurallada, el experto, quien fue ganador del primer lugar del Premio de Periodismo sobre Innovación Científica y Tecnológica 2014, el tercer lugar en el Premio de Periodismo de Conacyt en reportaje de Ciencia y Tecnología 2014, entre numerosos reconocimientos, habló acerca de los elementos necesarios para escribir un buen texto y de su experiencia en el taller en el que trabajaron alrededor de 30 investigadores de tiempo completo de Ecosur, estudiantes de maestría y doctorado.
Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿Cuáles son los retos y qué se necesita para escribir un texto de carácter periodístico?
Antimio Cruz Bustamante (ACB): Los dos retos más fuertes que enfrenta un científico cuando escribe para medios masivos son la presión del tiempo, puesto que a veces un artículo para una revista científica se puede tardar un mes o esperar a que salga dentro de dos meses; entonces, a diferencia de cuando vas a escribir para un medio masivo, tienes que aprender que debes escribir y entregarlo rápido. Y el segundo gran reto es el tema de la claridad, porque la estructura, por ejemplo de los reportes científicos, es diferente a la estructura de los textos para medios masivos, porque en un texto científico los datos valiosos están distribuidos en todo lo largo del cuerpo.
Si lo imagináramos como una figura geométrica sería como un rectángulo, donde todo es más o menos de la misma fuerza. El investigador dice: “pues yo encontré esto”, y te va dando en cada párrafo datos que refuerzan ese mensaje y son de igual importancia, y hasta abajo puede tener un cierre con una conclusión fuerte. En el caso del texto para medio masivo, la carga debe estar arriba; si pensamos en una figura geométrica, es la figura del triángulo invertido, donde arriba tiene que ir lo más importante y después se aportan otros datos pero cuya importancia va descendiendo, esta es la estructura más antigua, la mas clásica.
De ahí se pueden hacer textos para medios masivos con muchas otras estructuras geométricas, puede haber círculos, rombos, cuadrados, triángulos, elipses, pero como mi labor era traerlos del texto científico al texto masivo, trabajamos mucho en esta ocasión en la estructura de pirámide invertida, que es una de ellas. Y vimos otras siete estructuras pero nada más por fuera.
AIC: ¿Cómo se traslada un texto al lenguaje de guion radiofónico o televisivo?
ACB: La plataforma cambia cuando es prensa, radio o televisión, pero parte del taller también es decirles que lo importante es el núcleo, el mensaje, la médula de este trabajo. De los tres días, el primero nos esforzamos muchísimo para que cada quien definiera un tema, y parecería que no hubiésemos hecho nada, pero el definir el tema cuesta mucho trabajo. El segundo día, que parece que tampoco hubiéramos hecho nada, redactamos un párrafo con el tema ya definido. Y el tercer día, como si fuera una cascada natural, empiezan a caer los otros párrafos; esto tiene un detalle que llevaría tiempo de explicar, pero el tercer día, rápidamente a la mitad del taller, ya terminaron un texto para prensa escrita de siete a diez párrafos. Y después, lo que hacemos en la segunda parte es una traducción al lenguaje de radio y televisión, que son textos más cortos, pero que tienen que ir cargados justamente con elementos que te permitan imaginar, si es radio, y aprovechar la imagen que vas ir a colectar, si es televisión.
Mucho en el taller es experimental, porque si los mandara a la calle a que reportearan nos llevaría mucho más de tres días; pero la respuesta central es: cambiar de plataforma es fácil, cuando conoces el mensaje central que quieres comunicar.
AIC: ¿Todos los temas son aptos para abordarse de manera periodística?
ACB: Todos los temas, de todos los campos del conocimiento humano, no solamente la ciencia, el arte, la cultura, todos los temas son comunicables. Todos pueden ser de interés público. Lo que se necesita son una serie de elementos que hay que identificar.
Por lo menos hay ocho elementos muy clásicos que son los que hacen que sea interesante. Tiene que haber proximidad geográfica, proximidad en experiencia humana, tiene que ser consecuencia de otra cosa que ya conocíamos, plantear hacia el futuro la posibilidad de que modifique mi estilo de vida. Todo ese tipo de cosas se van encontrando.
En los temas que los investigadores planteaban, ellos decían que a lo mejor eso no le iba a interesar a la gente. Pero después, cuando trabajas en el primer párrafo y respondes las cinco preguntas de qué, quién, cómo, cuándo y dónde, te das cuenta de que todos los temas son interesantes.
De los 26 participantes del taller hubo infinidad de temas. Por ejemplo, uno acerca de cómo el tiburón pech se ha convertido en la especie de mayor captura en el golfo de México. Otro acerca de reflexiones de por qué las mujeres rurales abandonan el tratamiento contra el cáncer cervicouterino. Otro llamado sensaciones de guaya, que es acerca de una fruta del sureste que ha sido desaprovechada y tiene diversos usos. Uno llamado voces de pescadores, que habla de la extinción de especies de tallas grandes en el golfo de México, entre muchos otros muy interesantes.
La idea central es que cada uno de nosotros somos expertos en algo pero no nos damos cuenta porque como trabajamos todos los días en nuestro tema, pensamos que todo mundo lo sabe, pero no. Y lo que hacemos puede ser interesante si le damos una estructura lógica y bien compacta a la entrada, si respondemos las preguntas básicas que nos ayuden a ubicar mentalmente al lector, qué es de lo que vamos a hablar; te voy a hablar de naranjas, de mosquitos, diferencia de género. Si lo logramos ubicar en la entrada, el lector nos va a querer acompañar.
El gran reto, no solamente para los científicos sino para cualquiera que escribe, es la hoja en blanco. Te puedes quedar ahí atorado mucho tiempo. Pero una vez que defines el primer arranque, todo lo demás deviene como una cascada natural.
AIC: ¿Cómo ver esta postura de un centro de investigación que se ocupa del tema periodístico?
ACB: Creo que, para los que somos comunicadores, es emocionante el momento que estamos viviendo porque la ciencia es una gran mina de contenidos, de historias, y no se había vuelto la mirada hacia ella. México no había vuelto la mirada hacia la propia ciencia mexicana. En este momento el Ecosur tiene este ejemplo, pero hay muchos en todo el país. He tenido la oportunidad de participar ya cinco años, casi seis, con al Universidad Autónoma del Estado de México, dos años con la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, con el Consejo de Ciencia de Yucatán; entonces hay conciencia de que los científicos pueden establecer un contacto y una relación con la sociedad.
A los científicos les da miedo dar entrevistas, porque dicen que siempre cambian lo que ellos dicen. Entonces, pase usted, escriba su texto, directamente. Y eso los está animando y también los está presentando como lo que son: líderes de opinión, en un grupo de seres humanos que caminamos juntos.
AIC: De acuerdo con tu amplia trayectoria, ¿cuál es el panorama que ves hoy en el periodismo de ciencia en el país?
ACB: Lo que diría es que los periodistas de ciencia nos la pasamos muy bien. Viajamos mucho, hablamos con gente muy interesante, nos dan clases particulares y, a diferencia de un periodista de una fuente cerrada, el periodista de ciencia puede meterse a un laboratorio forense, se puede ir a un sitio arqueológico, a un laboratorio astronómico, a una comunidad rural o a un barco, y esta transversalidad que tiene la ciencia, que entra en cualquier campo, le da ventajas al periodista de ciencia cuando se trata de “vender” información. Y con la palabra “vender” me refiero a cuando vas a juntas y ofreces tus temas a los editores.
En la actualidad se ha multiplicado el número de periodistas de ciencia, porque hubo un momento en el que solamente éramos cuatro o seis, te estoy hablando de los años 90; y ahora este mes de septiembre esperamos una reunión con alrededor de 150 periodistas mexicanos que se dedican solamente a ciencia o escriben de temas como salud, medio ambiente, energía, combate a la pobreza, y que también escriben de ciencia. Entonces, el número se ha incrementado, los medios de comunicación tienen ahorita una crisis de los modelos de negocios porque hay dificultad para tener ingresos. Pero creo que eso se va a superar y la gente va a seguir demandando información de ciencia.
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