Investigación documenta deterioro psicológico de policías
Por Pablo Miranda Ramírez
Guadalajara, Jalisco. 5 de noviembre de 2018 (Agencia Informativa Conacyt).- La ocupación de policía es una profesión que genera estrés constante y esto deteriora la calidad de vida de los oficiales. Para conocer los factores de riesgo entre los policías jaliscienses a causa de su trabajo, investigadores de la Universidad de Guadalajara (UdeG) elaboraron diagnósticos para conocer cuál era el estado psicosocial de estos servidores.
El maestro Francisco José Gutiérrez Rodríguez, jefe del Departamento de Psicología Básica del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) de la UdeG, detalla que desde 2006 hasta 2014 elaboraron una serie de pruebas a oficiales de policía de Jalisco para determinar las condiciones psicológicas en que se encontraban, y si era un factor que podía repercutir en su vida laboral y personal.
“La idea era ver factores de riesgo asociados a deterioro emocional o cognitivo, queríamos ver cómo se presentaban sus procesos psicológicos básicos, cómo las características de la carga laboral repercutían en problemas relacionados con la familia o la pareja, o cómo era el establecimiento de relaciones interpersonales, el manejo de tiempo libre, entre otros factores”.
El estudio Perfil psicosocial y laboral del oficial de policía del estado de Jalisco fue elaborado con base en entrevistas a cinco mil 800 oficiales de policía desde 2006 a 2014. Gutiérrez Rodríguez resalta que uno de los factores más presentes fue la inconformidad con el sueldo que los oficiales percibían; en contraste, estaban satisfechos con la oportunidad de solicitar créditos para adquirir vivienda o vehículo personal.
El investigador relata que en este estudio también se buscó conocer cuál era la condición económica de los oficiales, pues consideraban que ante un sueldo insuficiente, estos tenían que recurrir a otras fuentes de ingreso, lo que podría considerarse un factor de riesgo ante las condiciones económicas que facilita el crimen organizado.
Para elaborar este estudio se aplicaron encuestas psicosociales que contemplaban preguntas como tiempo ejerciendo como oficiales, si había algún familiar dentro de la corporación, qué era lo mejor y lo peor de su empleo, así como sugerencias para mejorar su entorno laboral. Además, se tomó su opinión respecto a su percepción del origen de la criminalidad y cuáles serían los ejes en que les gustaría ser capacitados.
“Encontramos, por ejemplo, que la mayoría de ellos se había casado a temprana edad, entre 17 y 19 años, y a los 25 años ya tenían segundas nupcias. Su estándar de hijos era de entre dos y tres y sus fuentes de apoyo seguían siendo sus padres”.
Condiciones incómodas
Las largas jornadas de trabajo, aunadas a la incertidumbre en las actividades, provocan un agotamiento emocional en los policías, añade el académico del CUCS. Este desgaste se manifestaba con dolencias físicas, como reflujo o dolores de espalda y cabeza.
En cuanto a sus rutinas, los policías suelen trabajar con horarios que rotan, lo que puede ser un factor que también afecta su salud, pues al no contar con una jornada establecida, los ciclos de sueño varían y no existe un sueño reparador, que a su vez podría provocar fatigas, taquicardias, hipertensión y volverlos propensos a padecer diabetes.
El maestro Gutiérrez Rodríguez menciona que otro factor que les provocaba estrés era la poca certeza en cuanto a la calidad de su equipamiento, y también lo manifestaban con problemas para conciliar el sueño, ansiedad y, en ocasiones, cuando se estaba expuesto a situaciones peligrosas, había riesgo de presentar estrés postraumático.
En contraste, los policías solicitaron capacitaciones constantes para enriquecer sus habilidades, y la mayoría de ellos señaló que buscaban una opción de crecimiento laboral para brindar bienestar a su familia.
“Hemos destacado la importancia de que además de que tengan capacitación policial, deben tener cursos de actualización y especialización, es decir, tomar materias de carácter operativo, como manejo de armas o prácticas de tiro, pero sugerimos que se capaciten en psicología criminal, manejo de estrés y otras, como complemento a su formación”.
El investigador estima que este tipo de capacitaciones podría ayudar a los policías a garantizar seguridad a la ciudadanía. Los elementos pidieron aprender temas de primeros auxilios, control de disturbios, negociación de rehenes, rapel, escolta funcional, atención a víctimas, psicología forense, idiomas, cómputo, entre otros, según indica el estudio.
Rasgos de personalidad y otras características
Gutiérrez Rodríguez señala que respecto a sus rasgos de personalidad se tomaron en cuenta varios factores, uno de ellos era evaluar qué tan sociables eran los elementos; en este rubro, 42 por ciento de ellos mostró habilidades sociales, pero también demostraba contar con un pensamiento abstracto y así advertía de las consecuencias lógicas de sus actos.
Por otra parte, casi la mitad de los encuestados, 57 por ciento, mostraba apatía en sus actividades laborales, también se reportaron más elementos con una ideología considerada como conservadora. En cuanto a su salud, casi 10 por ciento de los elementos oscilaba entre 100 y 109 kilos, cuando el promedio era de 77 kilos.
Además, la mayoría de los elementos (75 por ciento) mencionó tener un control adecuado de sus impulsos, frente a 7.3 por ciento que manifestó tener problemas en el manejo del enojo y la impulsividad. En el estudio también se relata que 69 por ciento de los participantes aseguró ser católico.
Durante el periodo en que se elaboró el estudio también se observó la participación femenina, que fue de cerca de 16 por ciento del total. Las mujeres refirieron acoso por parte de la ciudadanía y de sus compañeros.
El investigador del CUCS asegura que este tipo de estudios no busca evidenciar las características de los policías, sino que el objetivo es contar con un diagnóstico para detectar las áreas mejorables y emprender estrategias para optimizar esos eslabones donde se presentan fallas o donde hace falta aplicar mejoras en la administración y organización.
“Nuestro objetivo no es denunciar que los policías tienen trastornos psicológicos, como los tenemos casi todos por nuestras vidas cotidianas; estamos ante una ventana de oportunidades y las autoridades pueden solicitar a la academia este tipo de evaluaciones para mejorar la operación”.
• Mtro. Francisco José Gutiérrez Rodríguez
Departamento de Psicología Básica del Centro Universitario de Ciencias de la Salud, UdeG
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