Perros: amigos del hombre, enemigos en la conservación del jaguar y el puma
Boletín de prensa
6422/2017
Ciudad de México. 8 de noviembre de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- El perro llegó a América hace casi 12 mil años. Llegó por el estrecho de Bering, acompañando a quien hoy lo considera su mejor amigo. La relación entre las dos especies había comenzado cuando el homo sapiens domesticó algunos individuos de lobo gris que habitaban en Eurasia y el Medio Oriente, unos dos mil años atrás, según los vestigios arqueológicos, o unos 10 mil años antes, según los análisis de ADN.
Una vez domesticado el perro, resultó ser una especie generalista —que puede vivir casi donde sea y comer casi lo que sea— y no tuvo problemas para adaptarse al nuevo continente. Entró con el humano y se convirtió en una especie exótica que fue capaz de establecerse y reproducirse fuera de su lugar de origen, en un hábitat que no era propiamente el suyo.
Los invasores
Para llegar a las islas Revillagigedo hay que navegar más de 25 horas y atravesar 800 kilómetros del océano Pacífico, si se parte de Manzanillo, o 400 kilómetros, si se parte de Cabo San Lucas. Incluso allí hay perros.
Desde Quintana Roo hasta Baja California, donde haya mexicanos seguramente habrá perros. El problema viene cuando hay perros pero no hay mexicanos o cuando hay perros donde se pretende conservar la vida silvestre. Pues no deja de ser un animal carnívoro, que puede devorar casi todo y transmitir enfermedades.
Es en estos casos cuando lo que era un especie exótica se convierte en una especie invasora.