Museo de Historia Natural busca inspirar a los científicos del futuro
Boletín de prensa
6597/2017
Ciudad de México. 11 de diciembre de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- Al arribar a la segunda sección del Bosque de Chapultepec uno de los elementos visuales que más llama la atención de los visitantes son las nueve espectaculares bóvedas de colores que albergan al emblemático Museo de Historia Natural.
Justo a la entrada de ese recinto se encuentra el gran oso polar que muchos adultos recuerdan haber visto con asombro cuando niños y al que actualmente observan con emotiva nostalgia cuando regresan a ese mágico lugar, posiblemente acompañando a sus hijos.
Durante el recorrido por sus diversas salas, a esas nuevas generaciones las aguarda el esqueleto de un enorme dinosaurio (Diplodocus), al que seguramente también recuerdan las viejas generaciones, aquellas que visitaron el lugar hace casi 53 años, cuando fue fundado en 1964.
Pero las bóvedas, el gran oso polar y el enorme dinosaurio son sólo algunas de las piezas exhibidas con la intención de despertar e incluso inspirar vocaciones científicas en los visitantes, pues hoy en día el recinto se encuentra en proceso de renovación.
Sí, así es, el Museo de Historia Natural emprendió un importante proceso de remodelación y renovación que contempla una nueva proyección para sus espacios físicos —manteniendo sus bóvedas consideradas patrimonio arquitectónico—, así como nuevos contenidos con base en nuevas tendencias museográficas y de aprendizaje.
En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt la directora del museo, Mercedes Jiménez del Arco explicó que desde su nacimiento, el recinto presentó su contenido de forma innovadora y siempre buscando generar una experiencia de aprendizaje, objetivo que logró cumplir durante muchos años; no obstante, esas estrategias innovadoras comenzaron a rezagarse y a ello obedece la tarea de renovar y remodelar el lugar.