Ciencia para conservación de nuestro patrimonio cultural
Boletín de prensa
8072/2018
Ciudad de México. 20 de septiembre de 2018 (Agencia Informativa Conacyt).-Jannen Contreras Vargas, restauradora especializada en patrimonio metálico, estaba en la ciudad europea de Edimburgo cuando recibió en su celular un mensaje que marcaría el inicio de uno de los procesos de restauración más comentado en nuestro país: la restauración de la estatua ecuestre de Carlos IV, mejor conocida como El Caballito.
“Estábamos una compañera y yo en el Congreso Mundial de Conservación de Metales del ICOM —Consejo Internacional de Museos— en Edimburgo. A las cinco de la mañana empezaron a sonar montones de notificaciones del teléfono. Me preguntaron qué pensaba —sobre el daño causado a la estatua— y aunque no conocía la superficie de la obra, limpiar con ácido nítrico es algo que ya no se hace desde los años 50”.
La intervención fallida, realizada a El Caballito en 2013 por una empresa privada, provocó la pérdida de los materiales superficiales de la obra —pintura, asfalto y cera coloreada, entre otros— en casi 45 por ciento del área total de la pieza, debido a la aplicación de ácido nítrico y al uso de cardas metálicas para tallar la efigie de Carlos IV.
“Se tiene la idea de que todas las obras se producen igual. Hasta donde entiendo, quien ejecutó estas acciones era un fundidor, no un restaurador (…) Un fundidor no hace diagnósticos —de las piezas—, ellos ejecutan trabajos”, explicó Jannen Contreras, quien encabezó las labores de restauración de El Caballito.
DM/AT/FV/8072/2018