Alimentación del siglo XXI, ¿salud, moda o hedonismo?
Boletín de prensa
8482/2017
Ciudad de México. 10 de diciembre de 2018 (Agencia Informativa Conacyt).-Cada día es diferente, pero la rutina empieza a las 4 de la mañana cuando prepara su comida especial en porciones exclusivas y estrictamente medidas. El menú de hoy consiste en tabulé de quinoa con un poco de melón picado de postre, agua de limón y barras de arroz para sus colaciones.
¿Por qué se levanta tan temprano para preparar su comida del día? Simple, no le gusta la comida refrigerada, además suele tomarse el tiempo necesario para desayunar y terminar el resto de su rutina, y es que la vida de Araceli Basurto cambió totalmente cuando le diagnosticaron celiaquía en 2010 y síndrome de intestino irritable en 2014.
Su jornada laboral es de tiempo completo. Es una mujer que ama la organización, una líder natural, dedicada a los negocios internacionales y acostumbrada a la presión diaria que demanda su trabajo.
Algunos podrían verla como obsesiva; sin embargo, el control que suele tener en su vida se fue de sus manos cuando notó que algo en su cuerpo funcionaba mal después de comer. Sentía inflamación abdominal, diarrea, indigestión, notó pérdida de peso y episodios fuertes de dolores articulares. Sabía que tenía que revisarse, aunque un autodiagnóstico intuía una posible colitis nerviosa por el estrés laboral.
“Después de una serie de análisis y estudios médicos muy específicos, llegaron a la conclusión de que era intolerante a la lactosa y celiaca, además cuento con alergias alimentarias al huevo y los mariscos, así que esta noticia me cayó de peso cuando supe que restringiría más de lo normal mi alimentación”, explicó.
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