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Detergente en spray a base de una bacteria

Por Ameyalli Villafán

México, DF. 29 de mayo de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- Paulina Mar Lucas y Valeria Cruz Aguirre se conocieron en la preparatoria y nunca imaginaron que esa amistad pudiera reunirlas en un futuro para trabajar en un proyecto y ganar un concurso en el que aplicaron los conocimientos adquiridos a lo largo de sus años universitarios: desarrollaron un detergente a partir de una bacteria y obtuvieron el primer lugar a nivel nacional y el segundo en Latinoamérica del Henkel Innovation Challenge, en su octava edición.

800x300 baxelImagen cortesía de Paulina Mar y Valeria Cruz

Mar Lucas estudia Negocios internacionales en la Escuela de Contaduría y Administración del Instituto Politécnico Nacional (IPN). Cruz Aguirre, por su parte, está en octavo semestre de la carrera de Ingeniería Química en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, las dos estudiantes explicaron cómo surgió la idea de participar, las dificultades que implicó el desarrollo del proyecto, así como sus planes a futuro.

¿Una bacteria para lavar ropa? La dificultad de vender la idea

“En una ocasión en una plática, un chico de África me contaba las dificultades que se viven en ese continente en cuanto a la escasez de agua, por lo que decidí investigar más y descubrí que en mi ciudad existen casos similares”, comentó Cruz Aguirre, quien se encargó de desarrollar el proyecto en laboratorio.

“Es por eso que decidí incursionar en el terreno del ahorro del agua y el mejoramiento de su calidad”, agregó. Encontró la convocatoria del concurso y decidió invitar a Paulina Mar Lucas. “En una semana concretamos el proyecto”, declaró.

La mayor dificultad a la que se enfrentaron las universitarias fue el convencer a la gente de que su producto no era dañino para la salud. “Incluso en la comunidad científica había dudas sobre el desarrollo de nuestro detergente”, confesó Cruz Aguirre.

“Cuando Valeria me planteó el proyecto sonaba interesante, pero no sabía si la gente lo iba a aceptar”, manifestó por su parte Mar Lucas, quien desarrolló toda la parte del modelo de negocios y mercadotecnia del producto.

“Fue difícil, pero empezamos a hacer conciencia sobre la importancia de las bacterias en nuestra vida diaria y sobre cómo nuestro producto ayudaría a ahorrar agua y energía. La manera de lavar será mucho más rápida y efectiva”, explicó.

Detergente en spray: “Practicidad ahora; en un futuro necesidad”

El concurso al que convoca la empresa alemana Henkel invita a universitarios a presentar una idea innovadora y sustentable para el 2050. Paulina Mar Lucas y Valeria Cruz Aguirre decidieron participar en el área de detergentes y cuidado del hogar.

En este sentido, uno de los eslóganes que pensó la dupla de estudiantes fue “Practicidad ahora; en un futuro necesidad”, pues consideran que la biotecnología será una rama que aportará al desarrollo del país para reducir algunos de sus problemas.

detergente henkelFotografía cortesía de Paulina Mar y Valeria Cruz

“Poco a poco nuestra sociedad se adaptará a la tecnología y los cambios que esta conlleva. Aquí en México, inventos como el nuestro pueden resultar innovadores pero en otros países ya no. Es necesario adoptar ya esta tecnología para crecer”, argumentó Mar Lucas.

El nombre del producto que desarrollaron es Baxel. Valeria Cruz Aguirre explicó que “se trata de una idea futurista”. Agregó que la presentación del detergente son dos sprays en un mismo frasco: el primero contiene a la bacteria en una solución acuosa “lista para crecer y mantenerse viva”. Se aplica directamente en la prenda como si fuera perfume y se deja actuar por aproximadamente 40 minutos. Posteriormente se aplica el segundo spray, el cual contiene iones para matar la bacteria y dejar la ropa esterilizada. “Con este proceso de lavado, no se genera espuma ni se ocupa agua ni lavadora”, detalló.

Una de las dificultades a la que se enfrentó Cruz Aguirre en el laboratorio al momento de realizar el proyecto fue la adaptación de las bacterias a los medios que ella necesitaba. “En el laboratorio fue complicado tener los factores biológicos y químicos identificados para que las bacterias sobrevivieran”, expuso.

Para ella, uno de los momentos de frustración al que se enfrentó fue que al trabajar con organismos vivos, existen factores externos que cambian el rumbo de la investigación y que pueden arruinar los avances.

Debido a que la bacteria aún no está patentada, Cruz Aguirre continúa la investigación y profundiza en la biotecnología e ingeniería genética. “Las pruebas que presentamos en el concurso, si bien son efectivas, son todavía rudimentarias. El producto requiere aún mucho desarrollo que ya estamos trabajando de la mano de una empresa”, comentó.

Por otra parte, Paulina Mar Lucas manifestó que un paso que falta y que es vital para que el producto salga al mercado es cumplir con las normas de calidad y confianza que exige la industria.

Proyección a futuro

Mar Lucas sabe el potencial que tiene su producto y es por ello que a futuro piensa en constituir una compañía de innovaciones tecnológicas sustentables. “Junto con Valeria, que tiene ideas increíbles, podemos hacer una empresa”, expresó.

detergente agua“Sería un logro constituir una empresa de biotecnología en el país, ya que nos encontramos rezagados en esta área en comparación con países como Holanda”, expuso Cruz Aguirre. En su opinión, en México sí hay investigación y desarrollo biotecnológico, pero falta crear conciencia en la gente sobre los organismos genéticamente modificados: “La gente necesita saber qué son y cuáles son sus beneficios”.

La amistad las unió y sus conocimientos en cada una de sus áreas permitieron que crearan una idea innovadora con base en una preocupación social. Sin embargo, ambas consideran que es fundamental que los proyectos no se queden en las aulas ni laboratorios. “Es importante que el área de ciencia se conjunte con la de marketing porque así muchos proyectos increíbles podrían salir a la luz y tener éxito”, comentó Cruz Aguirre.

Para la estudiante de la UNAM, el haber ganado el premio y, sobre todo, el haber obtenido el producto antes descrito, significa un gran triunfo. “Sí tenía la idea de emprender y cuando vi el resultado del detergente me llené de orgullo y de ganas por querer hacer algo, y ahora sí creo que México es un país de oportunidades”, relató. En tanto, su compañera de investigación piensa que lo importante está en decidirse a innovar. “Las nuevas ideas a veces asustan pero hay que atreverse”, concluyó Mar Lucas.

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