El sur: una frontera de agua
Boletín de prensa
193/2015
México, DF. 1 de abril de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- Falta de cooperación transfronteriza, desconocimiento y una visión ingenieril que ignora los temas sociales y políticos, es lo que define el tema del agua en la frontera sur del país, según Edith Françoise Kauffer Michel, profesora-investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), unidad Sureste.
Analizar y comparar las dinámicas de conflictos y cooperación en cuencas transfronterizas, centroamericanas y de México, con la finalidad de crear vínculos de colaboración, son los principales objetivos del proyecto que lidera Kauffer Michel, quien es representante del comité técnico académico de la Red Temática de Investigadores sobre el Agua en la frontera México-Guatemala-Belice (Risaf).
Al respecto, la académica dijo que “a nivel nacional, se tiene que en la zona donde hay menos agua es donde se encuentra una mayor concentración de la población; para el caso de la región sur-sureste, en términos generales, nos encontramos que es donde hay mayor cantidad de agua. La investigación del agua en México se ha enfocado en el centro y norte del país, donde hay una mayor escasez y concentración de población y riqueza”.
En contraste, afirmó que hay un gran desconocimiento e “ignorancia” de lo que sucede en los temas sociales y políticos en los contextos de abundancia, por lo que en particular el proyecto se enfoca al tema de las aguas trasfronterizas en el sur de México. Abarca toda la relación entre México y sus dos vecinos directos, Guatemala y Belice, en materia de aguas compartidas, pero también llega a Centroamérica y Panamá.
Ante el hecho de que no exista un acuerdo, un tratado ni cooperación en el tema del agua, los académicos han realizado una propuesta de cuencas trasfronterizas para el caso de México, Guatemala y Belice. En el caso de la relación con Guatemala, afirmó la investigadora, se trata de una relación muy conflictiva, debido a motivos históricos, de cómo se delineó la frontera, lo que ha impedido que haya una buena relación que repercuta en la cooperación en temas de aguas trasfronterizas.
Para Edith Kauffer, es necesaria una nueva ley de agua no solo para la propia política del agua a nivel nacional, sino para poder incidir en iniciativas trasfronterizas con México y Belice, que sería el primer punto.
Y es que a su juicio, en México existe una visión ingenieril del agua, es decir, se piensa que todos los problemas en torno a este recurso natural se van a resolver con la construcción de grandes obras hidráulicas.
SP/LR/MO/193/2015