La importancia de llamarse LUCA
Boletín de prensa
7339/2018
Ciudad de México. 17 de mayo de 2018 (Agencia Informativa Conacyt).- Los seres humanos, monos, ballenas, lobos y felinos compartimos características que nos agrupan como mamíferos. De igual forma, las aves, reptiles, plantas, hongos y bacterias tienen su propio grupo. Todos los seres vivos estamos genéticamente relacionados; sin embargo, continúa presente la pregunta acerca de la conexión entre organismos tan diferentes en el árbol de la vida.
Desde el siglo XIX, surgió la inquietud por suponer que todas las formas de vida en general tenían un origen común, y que algunos organismos serían los organismos ancestrales de dos o más especies.
La idea de ancestro común nació hace ciento cincuenta años y fue popularizada por las publicaciones de Charles Robert Darwin, particularmente, El origen de las especies (On the Origin of Species) y El origen del hombre y la selección en relación al sexo (The Descent of Man, and Selection in Relation to Sex).
“La historia clásica ubica el concepto en El origen de las especies y sobre todo en los primeros cuadernos sobre la trasmutación de Darwin. Ejemplificado a través de la imagen de un árbol de la vida. Una imagen que ilustra la diversificación de la vida a partir de un origen común”, comentó en entrevista para la Agencia Informativa de Conacyt el doctor en ciencias biológicas Ricardo Noguera Solano.
AG/AT/FV/7339/2018