Centro de Tecnología e Innovación, una incubadora de ideas
Por Ana Luisa Guerrero
México, DF. 3 de septiembre de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- Bajo la premisa de favorecer el trabajo de las mentes brillantes del país, en el Distrito Federal existe un espacio para que estudiantes de diversas áreas del conocimiento potencien sus capacidades creativas en función de proyectos con impacto social.
Se trata del Centro de Tecnología e Innovación (Ctin) del Grupo Carso, una incubadora de ideas que desde hace cuatro años abre sus puertas a jóvenes proactivos que busquen explorar, analizar, proponer, aprender, explorar y compartir conocimiento e intereses bajo una dinámica de co-working.
En el edificio Frisco de Plaza Carso, el centro es un referente de innovación. Al entrar es evidente la creatividad que persiste. En sus instalaciones lo mismo se pueden ver a jóvenes que diseñan prototipos, desarrollan software o hacen presentaciones, pero también se les puede escuchar tocar guitarra, lanzar pelotas de goma o delinear figuras con etiquetas en las paredes.
El común denominador para ellos es sentirse en la libertad de desarrollar sus ideas, fuera de los esquemas convencionales de la escuela o de centros laborales, lo que les permite mantener, a la par, sus actividades académicas y personales.
Lorena Guevara, coordinadora del Ctin, explica a la Agencia Informativa Conacyt que el objetivo primordial es crear proyectos que tengan un gran impacto social y sean innovadores en rubros que beneficien a la sociedad, a nivel local y global.
Este centro nació en agosto de 2011 por iniciativa de Carlos Slim Helú, presidente de Grupo Carso, a raíz del evento Aldea Digital que en ese entonces estaba dirigido a un público muy parecido a los jóvenes que se desarrollan en esas instalaciones.
“Al ingeniero le gustaba tanto el ambiente que pensó en hacerlo algo permanente, dándole un espacio a los chicos para que puedan trabajar en sus proyectos y convivir con personas con sus mismos intereses en cuestiones de tecnología e innovación”, refiere.
A favor del crecimiento
De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el impulso a la innovación científica y tecnológica es un factor que detona el crecimiento económico en las naciones que lo implementan. Esta relación explica las tasas de crecimiento del producto interno bruto (PIB) entre dos y tres cuartas partes en el periodo comprendido entre 1995 y 2006.
Sumado a ello, se ha observado una relación positiva entre el gasto en investigación y el incremento en la producción. De ahí la importancia de que se implementen políticas de innovación, tanto en el sector público como privado.
El Programa Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación (Peciti) 2014-2018 plantea entre sus objetivos contribuir a que la inversión nacional en investigación científica y desarrollo tecnológico crezca anualmente y alcance uno por ciento del PIB, un parámetro considerado como el punto de inflexión para el desarrollo sostenible.
Fuente: UAM U. Xochimilco, "Estudio para determinar la inversión federal y estatal que se realiza en México en ciencia, tecnología e innovación", 2010.
En su diagnóstico, el Peciti indica que los países que invierten como mínimo ese porcentaje en investigación científica y desarrollo experimental, coinciden en haber logrado un mejor desempeño económico y bienestar social.
“México en su conjunto debe invertir en actividades y servicios que generen valor agregado de una forma sostenible. En este sentido, se debe incrementar gradualmente el nivel de inversión —pública y privada— en ciencia, tecnología e innovación cuidando su eficacia. El reto es hacer de México una sociedad del conocimiento dinámica y fortalecida”, se reconoce en el programa.
Por ello son importantes los esfuerzos que realicen todos los sectores, como el Ctin, pues a nivel internacional se ha demostrado que los países son más competitivos y sus ingresos per cápita mayores cuando invierten mayores recursos en desarrollo tecnológico e innovación y tienen el sector privado como su principal fuente de financiamiento.
Compromiso total
El Ctin deposita su confianza en una generación que se compromete con las iniciativas que le apasionan, por lo que no es raro que esté abierto las 24 horas, los 365 días del año (permitiendo incluso pernoctar ahí), con el propósito de que se sienta en la libertad de trabajar en el horario que considere más adecuado.
Lorena Guevara resalta que esta iniciativa apuesta por los jóvenes, en sus capacidades y la responsabilidad que imprimen a dedicarse a lo que les gusta.
Desde su creación, el centro ha becado a más de 500 estudiantes de disciplinas tan diversas pero, a la vez, tan necesarias para llevar a buen término los proyectos que se plantean.
En un inicio empezaron apoyando a 35 estudiantes, pero desde hace dos años la cifra ha crecido y actualmente tienen un promedio de 100 becarios mensuales.
En su estancia, que puede ser de entre tres meses y un año, los jóvenes tienen la oportunidad de desarrollar un proyecto propio o sumarse a alguno que esté en curso, o surja de la necesidad de un organismo, como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) o la Fundación Carlos Slim de la Salud, por citar algunos ejemplos.
A través de él ponen en práctica sus conocimientos, experimentan con otras disciplinas y aprenden a trabajar en un equipo multidisciplinario alineados a un objetivo común. Asimismo, tienen la posibilidad de aprender a base de prueba y error, en una dinámica similar a las startups.
Ese estilo flexible se combina con dinámicas peculiares que los preparan para grandes retos fuera del Ctin. Una de ellas es el “Challenge 24 Horas” que consiste en el planteamiento de una problemática por parte de miembros de las empresas del Grupo Carso o de alguna personalidad relacionada al ámbito de la tecnología e innovación, el cual se les presenta un día por la tarde, y al siguiente, a la misma hora, esos jueces escuchan los desarrollos elaborados durante esa jornada y eligen un proyecto ganador.
Otra es la llamada “DemoDay”, en la que se seleccionan hasta seis proyectos destacados; los grupos que los ejecutan deben presentarlos ante directores del grupo, siendo ellos los que les dan sus comentarios y les proponen líneas de acción para mejorar sus productos.
“La retroalimentación que reciben es de mucho valor para saber si los proyectos son funcionales; el hecho de presentarlos a ejecutivos de primer nivel va formando a esos chicos en su desarrollo profesional”, añade Guevara.
También fomentan dinámicas de sprint a través de metodologías de empresas reconocidas en el ámbito de innovación, como Google, y se trata de que los becarios desarrollen proyectos en pocos días. Así, se les puede ver encerrados en las salas de juntas entusiasmados y trabajando intensamente, porque el reto los estimula y esta actividad ha funcionado muy bien.
Y es que a través de estas actividades se les da la oportunidad de generar contacto y relaciones con instituciones y empresas que les sería difícil entablar sin el vínculo del Ctin.
“Uno de los grandes beneficios de estar aquí es la experiencia que adquieren, la información, el asesoramiento, espacios para desarrollar cosas y el conocimiento en tiempo muy limitado”, agrega la coordinadora del centro.
Desarrollos
A lo largo de este tiempo, el Ctin ha incubado cientos de proyectos, y aunque no todos concluyen con éxito son trascendentales aquellos que han logrado un impacto en la sociedad. Los temas más recurrentes están enfocados a salud, educación, inclusión, entretenimiento, cultura, innovación y formas de comercio.
Entre ellos destacan aplicaciones como +Metro, una guía para los usuarios del Sistema de Transporte Colectivo de la Ciudad de México que ha tenido muchas descargas. Otra app es +Control Epilepsia, que fue presentada recientemente en la Aldea Digital y fue desarrollada en conjunto con el Instituto Carlos Slim de la Salud y con el Hospital Infantil, que brinda asesoría a pacientes y personas cercanas a ellos de cómo actuar ante un ataque de epilepsia.
Actualmente se desarrolla el proyecto MyDot, un dispositivo traductor de textos digitales a sistema Braille y que representa una innovación de inclusión social para personas con discapacidad visual. También destaca una aplicación de recién lanzamiento llamada AProlam diseñada en colaboración con la asociación Pro Lactancia Materna y el Instituto Carlos Slim de la Salud, que fomenta la lactancia materna, es informativa para madres, médicos y personal del sector salud, y tiene casi 10 mil descargas, asegura Guevara.
Otro proyecto que se incuba en el interior del Ctin y está en etapas de desarrollo, está enfocado a la preservación del arte rupestre, que se trabaja de la mano con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) México. Otro es una aplicación llamada Mido, elaborada con el Instituto Carlos Slim de la Salud, que fomenta la cultura de la prevención de enfermedades crónico degenerativas, y que incluye medición de niveles de azúcar, prevención de obesidad, diabetes e hipertensión. También destaca otro plan llamado ONU Habitat, que se realiza en conjunto con esa institución y se enfoca en mejorar el ecosistema de las ciudades en cuestión de vivienda y urbanización, con un enfoque de sustentabilidad.
En estos momentos están activos 36 proyectos y se confía que la mayoría de ellos llegue a buen término, debido a que los productos terminados son propiedad de los propios becarios, o en caso de que se desarrollen de manera compartida, los derechos recaen en la fundación o la institución que los promueve.
Estancia
Para ingresar al Centro de Tecnología e Innovación es preciso que los interesados se registren en la página de Internet, en una convocatoria que está abierta todo el año debido a que cada mes ingresan nuevos talentos.
Lorena Guevara explica que el reclutamiento se realiza por medio de la inscripción a la convocatoria, en línea contestan una serie de pruebas psicométricas con asesoría del departamento de recursos humanos de una empresa del grupo y si pasan la prueba son llamados a una entrevista.
“Parte del perfil de la prueba psicométrica que se toma en cuenta es el nivel de información, la capacidad de juicio y criterio, la habilidad que se tiene de resolver situaciones, de síntesis, de atracción. Ya en la entrevista nos llama la atención que tengan mucha actitud, si algo hemos descubierto aquí es que no nos interesa el promedio, ese no es el criterio que seguimos, sino que es más la actitud que tienen, las ideas y el ímpetu que les vemos de crear, de desarrollarse y de aprender”, sostiene.
Una vez que ingresan, ellos mismos pueden plantear un proyecto que quieran desarrollar y reclutan a su equipo entre los mismos becarios. Otra opción es que se adhieren a uno de los trabajos existentes. Cada becario puede participar en uno o más proyectos.
La beca que el Ctin incluye un apoyo económico mensual de ocho mil pesos, el uso de equipo de cómputo e Internet de alta velocidad, así como acceso al comedor. De inicio, la beca tiene una duración de tres meses, pero se hace una revisión mensual del desempeño de los jóvenes y de los proyectos en que incursionan para determinar si se alarga su estancia.
“En agosto dimos de baja a diez chicos y diez entraron, eso significa que la convocatoria está abierta todo el año, todos los meses están entrando chicos nuevos, lo que fomenta el aprendizaje porque conviven con más personas de distintas disciplinas y niveles de experiencia”, afirma Guevara.
Y aunque se acepta a jóvenes de diferentes disciplinas, prevalecen las orientadas a las carreras físico-matemáticas e ingeniería; en el área de humanidades prevalecen diseño gráfico, comunicación y marketing; pero también se puede ver a psicólogos, sociólogos, estudiantes de derecho o economistas.
Esos perfiles multidisciplinarios también se reflejan en las instituciones de las que previenen, y aunque 85 por ciento sea de escuelas públicas —la mayoría del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)— también hay presencia de estudiantes de planteles privados.
Oportunidad y flexibilidad
César Ernesto López Pérez estudió Ingeniería Mecatrónica en la Unidad Profesional Interdisciplinaria en Ingeniería y Tecnologías Avanzadas (UPIITA) del IPN; participa en el proyecto Thermy. Para él, su estancia en el Ctin es una oportunidad para trabajar en las ideas que le interesan y enriquecerlas con el aporte de jóvenes talentosos.
“Aquí se nos dan muchas oportunidades y se alimenta la creatividad y el trabajo en equipo. Es una etapa de contacto por la gente que conoces, con los que haces sinergia porque cada 
quien aporta algo de lo que sabe y se alcanza algo más grande", señala.
Para Aldo Estefano Encarnación Segura, egresado de la carrera de Biotecnología del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), campus Estado de México, esta oportunidad es excelente debido a las facilidades de horario, destacando la posibilidad de realizar grupos multidisciplinarios donde cada uno aporte conocimientos diferentes a los proyectos de impacto social.
Héctor Moncada Cuevas estudió Diseño y Comunicación Visual en la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM. Considera que el modelo que se aplica en el Ctin debe empezar a plantearse en los sitios de trabajo del país.
“Esta es un área con un horario flexible donde se confía en el potencial del trabajo y de la gente, por lo que es enriquecedor que podamos colaborar así. Debe ser un punto de referencia para que se vea cómo está funcionando y que hay resultados”, refiere.
Renovación constante
Por su propia naturaleza, el Ctin es un centro dinámico y en constante renovación, es así que a cuatro años de su formación sigue adaptándose a las necesidades de los jóvenes que recibe.
Y es que, destaca Lorena Guevara, lo que pasa en este espacio es resultado del trabajo. “Son ellos los que contribuyen a que haya una estructura orgánica, porque son los que lideran los proyectos y ayudan a que todo se mantenga en orden”.
De esta manera, todo el tiempo se integran nuevas ideas en el funcionamiento del centro, ya sea por sus modelos creativos, de desarrollo e innovación.
Bajo esta lógica, este lugar seguirá albergando a jóvenes con talento para seguir ofreciendo alternativas innovadoras de impacto social.
Visitas al CtinPersonalidades del ámbito de la tecnología e innovación han visitado el Ctin para compartir sus conocimientos con los becarios, entre ellos destacan: Oscar Von Hauske, CEO de América Móvil; Nuria Sanz, directora de UNESCO México; John Doerr, inversionista de Silicon Valley; Mike Abbot, presidente de Ingeniería de Twitter; Lila Ibrahim, directora de negocios en Coursera; Alfonso Govela, de Geobrowsers; Hamadoun Touré, secretario general de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU, por sus siglas en inglés); Hou Zhengzhi, presidente de ZTE; Janet Murguía, CEO de NCLR; Jeff Carson, Martin Currie; Richard Peck-Wells Fargo; Nur Cristiani, J.P. Morgan y Jonathan Kandell, Amazon. |
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