Aplican biotecnología para recuperación del pescado blanco
Por Carmen Báez
México, DF. 21 de mayo de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- Con técnicas de biotecnología, investigadores del Centro Regional de Investigación Pesquera (CRIP), perteneciente al Instituto Nacional de Pesca (Inapesca), propician la recuperación del pescado blanco (Chirostoma estor), una especie emblemática del lago de Pátzcuaro, ubicado en el estado de Michoacán.
Este pez ha sido base importante en pesquerías artesanales del lago de Pátzcuaro. Además, por sus características y valor nutricional es una especie de alta demanda en el mercado de los productos pesqueros.
De acuerdo con información del Inapesca, los factores que han conducido a una reducción notable de su población es la extracción intensiva de la especie y las diferentes actividades antropogénicas, las cuales contribuyen al deterioro de su hábitat natural.
Ante este panorama, investigadores de ese instituto trabajaron por varios años en la generación de tecnología para el cultivo del pescado blanco fuera de su hábitat natural.
Actualmente, los especialistas del CRIP aplican técnicas de biotecnología para su cultivo en estanques rústicos. Este acto permitirá que pueda desarrollarse en zonas geográficas diferentes a la de su lugar de origen, propiciará su supervivencia y la recuperación de los niveles de producción.
En entrevista, Margarita Hernández Martínez, investigadora del Inapesca y maestra en Sistemas y Recursos Acuáticos, compartió este logro y detalló la tecnología aplicada.
Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿Podría explicarnos en qué consiste la tecnología desarrollada por los investigadores del CRIP?
Margarita Hernández Martínez (MHM): Conocer las características biológicas del pescado blanco y sus requerimientos ecológicos ha permitido el desarrollo de una tecnología para su cultivo. Los primeros intentos para cultivar esta especie se originaron en los años 60, con los trabajos del biólogo Mateo Rosas, quien obtenía las crías de reproductores silvestres con desoves manuales y fertilización in vitro.
A partir de 1987, en el CRIP se ha buscado desarrollar bases técnicas y metodológicas para la conservación de especies nativas del lago de Pátzcuaro, a través de la acuicultura.
A partir del conocimiento científico generado en el CRIP y en otras instituciones nacionales e internacionales, se han establecido protocolos para el manejo de la especie en sus diferentes etapas de vida.
Actualmente, el laboratorio de acuicultura del centro domina el ciclo de vida cerrado del pescado blanco, por lo que ya no depende de organismos silvestres para la producción de crías. También cuenta con un lote de reproductores certificado genéticamente como Chirostoma estor, tanto en sistemas de recirculación cerrada como en estanquería exterior, en tanques de geomembrana y de concreto.
Por ser una especie zooplanctófaga (el primer mes de vida depende exclusivamente de una dieta a base de alimento vivo, en su mayoría rotíferos), en el laboratorio de acuicultura se cuenta con áreas destinadas a la producción de microalgas (Chlorella vulgaris y Scenedesmus sp.), rotíferos (Brachionus plicatilis), cladóceros como la pulga de agua (Daphnia) y braquiópodos del género Artemia.
Al llegar al primer mes de vida se integra a su dieta, de manera gradual, nauplios de Artemia y alimento inerte de 75 a 150 micras, y para los dos meses de edad continúa con la incorporación de pulgas de agua.
La dieta en estado juvenil es principalmente a base de alimento inerte, con porcentajes de 55 por ciento de proteína y nueve por ciento de lípidos. Al alcanzar la edad de cuatro meses, los peces están listos para su siembra en granja, en donde comen alimento vivo e inerte que se produce de forma natural en los estanques.
AIC: ¿Hace cuánto tiempo trabajan en este proyecto?
MHM: Desde el año 2010, personal del laboratorio de acuicultura inició diversas pruebas de crecimiento en granjas acuícolas del estado de Michoacán, localizadas a altitudes que van desde los 500 a los mil 300 metros sobre el nivel del mar, con la premisa de que en estos lugares predomina una temperatura ambiental cercana a los 23 grados Celsius, lo que contribuye a un mejor desarrollo de los peces en términos de peso y talla, reduciéndose los tiempos de cultivo en comparación con los obtenidos a temperaturas menores que se presentan en la región de Pátzcuaro.
Durante estos últimos cuatro años se han evaluado engordas en estanques rústicos y de concreto. Al abundar la presencia de zooplancton en estanques rústicos, aportan los nutrientes que pudieran estar ausentes en las dietas inertes comerciales utilizadas.
El grupo de trabajo, además de asesorar a los productores en las adecuaciones de sus instalaciones y brindar capacitación continua a lo largo de todo el ciclo de producción, monitorea mensualmente el crecimiento de los peces y la calidad del agua de los sistemas de cultivo, a fin de evitar la presencia de enfermedades y lograr un sano desarrollo de los organismos.
AIC: ¿Cuáles son los problemas que enfrenta el pescado blanco en su hábitat natural?
MHM: La problemática ambiental que existe es compleja. Comprende contaminación orgánica e inorgánica, eutrofización del lago, introducción de especies exóticas, pérdida de hábitats, disminución del nivel del agua, deforestación, erosión de la cuenca y azolvamiento, así como la hibridación entre especies del mismo género.
AIC: El CRIP ya cuenta con mil 500 reproductores de pescado blanco. Una vez que el pez se haya reproducido, ¿será puesto en su hábitat o cuál será el mecanismo?
MHM: Las crías producidas en el laboratorio de acuicultura se destinan principalmente a la investigación del centro, para la obtención de crías de calidad, incrementar la tasa de crecimiento, mejoramiento de reproductores y estudios de rentabilidad, principalmente.
Así como para la evaluación de su crecimiento en granjas acuícolas del estado, otra parte para su reclutamiento como futuros reproductores en el CRIP. Además, como apoyo al sector académico y docente con la donación de huevo, larvas, crías y reproductores para el desarrollo de tesis de licenciatura, maestría y doctorado.
AIC: ¿Cuál es el número aproximado de crías que se desarrollan en los reproductores?
MHM: El laboratorio cuenta con infraestructura suficiente para la producción de 30 mil crías anuales.
AIC: ¿Qué diferencias presenta una cría desarrollada en una hábitat controlado en comparación con una procedente de su lugar de origen?
MHM: La principal diferencia es la no afectación a las poblaciones naturales del lago, al no depender de la captura de reproductores silvestres. Otra diferencia es que al evitar la presencia de depredadores y factores ambientales nocivos, incrementa sus probabilidades de supervivencia.
Por otro lado, la cría cultivada en laboratorio, al contar con alimento suficiente y no requerir mayor gasto energético para la captura de presas, tiene un crecimiento más rápido.
Sin embargo, para lograr esto se requieren espacios adecuados y suficientes para la producción de alimento y el mantenimiento de los peces en sus primeras etapas de vida.
AIC: En términos generales, ¿cuál es el objetivo y la relevancia de este proyecto?
MHM: Contribuir al desarrollo de biotecnologías para la conservación del pescado blanco del lago de Pátzcuaro a través de la acuicultura y ofrecer al sector acuícola una especie de alta demanda para la diversificación de sus cultivos, lo que les permitirá mejorar sus ingreso. Además, beneficiara al sector turístico del estado.
AIC: Desde su punto de vista, ¿cuál es la importancia de la aplicación de la tecnología en la recuperación de especies mexicanas?
MHM: Como sucede en los diferentes ambientes naturales, el acuático también ha sido alterado por las actividades humanas, lo que ha afectado seriamente las poblaciones de muchas especies nativas y endémicas de México; muchas de estas han desaparecido y otras están en grave riesgo, por lo que la generación de nuevos conocimientos dirigidos al desarrollo tecnológico contribuirán de manera importante a la recuperación de las poblaciones naturales de especies de importancia biológica, para aprovecharlas de manera sustentable.
Esto nos permitirá asegurar su permanencia, como ha sido el caso del pescado blanco de Pátzcuaro, que si bien aún falta camino por recorrer para considerarla una especie recuperada, se han obtenido grandes logros en su cultivo.
AIC: ¿Los investigadores del CRIP aplican la biotecnología para el rescate de otra especie, además del pez blanco?
MHM: A partir de 2014, se estudian aspectos generales de la acúmara (Alagansea lacustris), especie nativa del lago de Pátzcuaro y de otros embalses de la región, para su domesticación y desarrollo de su cultivo.
AIC: ¿Cuáles son las características del pescado blanco y su importancia para la región?
MHM: El pescado blanco es una especie endémica del lago de Pátzcuaro, tiene una importancia desde el punto de vista biológico, ecológico, económico y cultural.
Su carne es blanca, suave y de agradable sabor, por lo que tiene una demanda alta en el turismo nacional y extranjero.
Uno de los aspectos que caracteriza a estas especies es que son delicadas y nerviosas; presentan un crecimiento lento y alcanzan la talla comercial a los 18 meses, esto de acuerdo a la dieta y las condiciones ambientales –en las que se desarrollan–, pero se compensa por el alto precio que alcanzan en el mercado, el cual oscila entre los 200 y 700 pesos, cantidad que varía de acuerdo a la época del año (Semana Santa y Día de Muertos).
Como recurso pesquero, esta especie constituyó una importante pesquería no tanto por su volumen, sino por su valor económico y cultural.
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