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El regreso de El Niño

Por Alan Gómez Mayén

Ensenada, Baja California. 22 de febrero de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- Gran parte del impacto y complejidad del fenómeno de El Niño es un enigma para la ciencia. La temporada 97-98 es considerada como un evento significativo para quienes se dedican a las ciencias de la Tierra. "Y específicamente para la oceanología y la meteorología. El Niño marcó el inicio de una serie de investigaciones que aún continúan. Desde el último gran evento del 97-98, mucha de la investigación que se realiza en el Departamento de Oceanografía Física y otros departamentos del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE) ha puesto énfasis en entender el fenómeno de El Niño", afirmó Cuauhtémoc Turrent Thompson, investigador asociado del CICESE y quien durante su carrera como académico siempre ha destacado el componente social y de comunicación pública de la ciencia como un papel fundamental para el científico.

800x300 regreso nino 2Anomalías de la temperatura superficial del mar a partir de noviembre de 1997 (izq.) y julio de 2015 (dcha.). Imagen: National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA).

"Tenemos mucho interés en transmitir la información que tenemos de una manera responsable y explicar que se trata de un evento natural, climático, que tiene su epicentro en el Pacífico ecuatorial, pero que puede causar afectaciones en México y a nivel global. Una cosa muy interesante del fenómeno es que no tiene una periodicidad exacta, a veces puede tardar entre cuatro o cinco años para un evento cálido o frío, eso hace pensar que el control del fenómeno no es astronómico", explicó el investigador para la Agencia Informativa Conacyt.

Durante los últimos meses, Turrent Thompson ha participado en encuentros públicos como el Foro Ambiental de la y ha impartido charlas de divulgación en lugares como el Museo del Caracol, donde el pasado 20 de enero habló sobre las características del fenómeno. El público que acudió a escuchar estaba en alerta. La primera semana de enero de 2016 fuertes precipitaciones en la zona de Tijuana, Rosarito y Ensenada causaron alarma, llevando a las autoridades a decretar la suspensión temporal de actividades en todas las escuelas a nivel estatal. "El hecho de que El Niño haya generado tantas noticias y expectativas durante 2015, tiene que ver con que es la primera vez, desde el 97, que las mediciones climatológicas nos muestran la llegada de un evento muy fuerte", explicó el investigador.

La inquietud de los habitantes de Baja California también se remonta a la década de los 90. El Niño 92-93 desató lluvias que dejaron un saldo estimado de 200 muertos y 10 mil damnificados principalmente en Tijuana. En la temporada invernal 97-98 el impacto fue de 11 muertos y dos desaparecidos, de acuerdo con el libro Los Impactos de El Niño en México, editado por el Centro de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

"Para entender el porqué hay más lluvias en invierno para nuestra región necesitamos comprender que estamos en una región climática distinta del resto del país, una zona que se denomina de clima mediterráneo. Las razones por las que nos llueve a nosotros no se originan localmente, sino que vienen de lejos, de frentes fríos, de la misma manera que ocurre en el sur de Europa, en el mar del Mediterráneo. En las zonas de Tijuana, Rosarito y Ensenada recibimos el grueso de la precipitación anual en invierno, el resto de la república la recibe en verano y es lluvia que se origina localmente", añadió Turrent Thompson.

La incertidumbre en 2016

A pesar de las consecuencias tan drásticas que se han padecido décadas atrás, Turrent Thompson subraya que no existe certeza de que estas lluvias excepcionales se presenten una vez más. "Todavía estamos al pendiente de febrero, que fue el mes más problemático durante 97-98. En CICESE contamos con información sobre eventos climáticos y pronósticos meteorológicos con máximos y mínimos de probabilidad de lluvia, que la gente puede consultar. El modelo que encabeza el doctor Luis Farfán, por ejemplo, que trabaja en la Unidad La Paz del CICESE, en colaboración con Julián Delgado e Ismael Villanueva, que trabajan en telemática aquí en Ensenada, es un modelo que ha funcionado muy bien. Las predicciones de lluvias han sido predichas correctamente, pero obviamente siempre hay un rango de error", explicó el académico, quien además recomienda estar atento siempre a las indicaciones de protección civil.

Turrent ThompsonAsegurar que caerán o no tormentas excepcionales en Baja California es complicado, a pesar de que la llegada de El Niño se supo con certeza meses atrás. Para entender cómo es que los científicos pueden anticipar el fenómeno de El Niño, pero no puedan precisar cuándo sucedan las consecuencias que dicho evento provoca (ya sean lluvias o sequía), hace falta comprender dos conceptos clave que los investigadores utilizan de manera diferenciada y, a la vez, conceptos que en el uso cotidiano generalmente se confunden. "Hay que entender la diferencia entre clima (climate) y el estado del tiempo (weather), y una forma rápida de entender estos dos conceptos es comprender que el clima impone el tiempo. Existe una metáfora muy usada que funciona para ejemplificar esto: si el clima es el entrenador, el tiempo es el boxeador, es el que nos golpea", explicó Turrent Thompson.

El estado del tiempo es la suma de diversos factores que incluyen temperatura, precipitación, humedad, vientos y presión. Al depender de estructuras atmosféricas que se desplazan por encima de una región determinada, no se puede pronosticar más allá de unos cuantos días. "Los mejores modelos pueden llegar unos 10 días a futuro", afirmó.

En contraste, el estudio del clima se basa en el estudio de los promedios en las temperaturas globales, cuyos principales factores de cambio son el ciclo anual. "Las estaciones del año, esa es la razón de cambio climático más rápida, también el hecho de que el planeta está inclinado en su eje de rotación", añadió el investigador.

Actualmente sabemos que el ser humano, debido a la liberación de gases de efecto invernadero de la industria y el transporte, también ha causado alteraciones en las condiciones climáticas. "Es algo de lo que todo mundo habla, me refiero al estudio del calentamiento global, donde la herramienta principal es la medición de las temperaturas promedio, y quienes trabajan con estos datos están corriendo modelos climáticos que llegan hasta 100 años. Están pronosticando el clima de finales del siglo XXI, es algo que con el estado del tiempo no es posible hacer", explicó.

Para Turrent Thompson es importante aclarar que las causas, el origen de El Niño, no guardan relación con el calentamiento global. "Estamos hablando de un fenómeno que ha estado ocurriendo de manera ininterrumpida durante miles de años, antes del calentamiento global, el cual no es un fenómeno natural. No hay que confundirlos".

Características y causas

El recuento de los daños

En total se estima que las pérdidas acumuladas del fenómeno de El Niño 97-98 alcanzaron 17 mil millones de pesos en México, siendo la agricultura y la pesca los sectores más desfavorecidos.
Fuente: Los Impactos de El Niño en México.

El Niño consiste en la relajación de los vientos alisios, que en un estado normal mueven el agua cálida de América hasta Asia y Oceanía. Ya que el océano funciona como si fuera un radiador que regula el estado del tiempo en el planeta, cuando El Niño ocurre, el sobrecalentamiento de la capa superior del Océano Pacífico oriental en la región ecuatorial causa un desequilibrio que golpea diferentes regiones de la Tierra. "Uno de los efectos más claros y fáciles de entender de El Niño sobre el clima es que llueve más en el Pacífico Central, de hecho la precipitación llega hasta Perú y Chile; mientras que en el Pacífico australiano se enfrentan a sequías e incendios, que es lo que ha estado sucediendo", explicó Turrent.

Los investigadores de todo el mundo continúan estudiado los cómos y los porqués de El Niño. "Sabemos qué es lo que pasa cuando llega El Niño pero no sabemos exactamente las causas", explica, y añade que muchas de las dudas que persisten sobre los fenómenos climáticos se deben a los registros instrumentales, tanto del océano como de la atmósfera, que en todo el mundo son limitados. "En nuestro país tienen muchos huecos. Hay muchas regiones del océano que no son continuamente monitoreadas, algo necesario para poder entender tanto los fenómenos climatológicos naturales como los que vienen por origen antropogénico", concluyó Turrent, destacando que en el CICESE se está impulsando un proyecto con miras a establecer redes de monitoreo constante.

Inundaciones y sequías

El fenómeno El Niño 97-98 desencadenó consecuencias desastrosas a nivel mundial que no se limitaron a la lluvia; además de las precipitaciones en África, las inundaciones de Europa Central y la fuerte temporada monzónica en Madagascar, el aumento de la temperatura en Mongolia llegó a los 42 centígrados, se presentaron sequías en Indonesia y regiones cercanas. México no quedó exento. 
Los cambios en las temporadas de lluvia causadas por el fenómeno, costaron la pérdida de más de dos mil millones de toneladas de granos básicos en nuestro país. La severidad de la sequía en el país fue tal, que cerca de dos millones de hectáreas sembradas con diversos granos se vieron afectadas. A esto se debe añadir el gran número de gente que debido a la sequía tuvo que abandonar sus tierras.
Si deseas conocer más acerca de El Niño puedes consultar el video y micrositio de pronósticos, ambos elaborados por el CICESE.

  

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