Cenid Microbiología. Combatiendo amenazas microscópicas
Boletín de prensa
1345/2015
México, DF. 10 de noviembre de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).-Durante marzo del 2009 en Estados Unidos, un par de pacientes con signos clínicos de influenza no respondieron al tratamiento tradicional. Los médicos norteamericanos procedieron al aislamiento del virus, y al realizar el análisis filogenético de las secuencias de todos los genes identificados en la cepa A/California/04/2009 se observó que esa particular combinación de segmentos no se había visto en ninguna parte del mundo.
Como se relata en el documento Hechos sobre el brote de influenza 2009 en México, editado en colaboración con la UAM Xochimilco, se trataba del virus A (H1N1), cuyo origen se atribuye al intercambio de cepas virales entre cerdos, humanos y aves.
Y es que los cerdos presentan una característica especial que los distingue de otras especies: poseen receptores en sus células capaces de ligar virus de la influenza porcina, aviar y humana. Dos o más tipos de virus pueden coinfectar las células porcinas y combinarse para producir un nuevo virus. A esto se le conoce como “vaso de mezclado”.
Los virus de influenza de animales y humanos, ya recombinados en el vaso de mezclado, se someten a cambios genéticos drásticos durante decenas de años para luego establecerse en la población humana y contagiarse vía contacto directo humano-humano.
AG/SP/FV/1345/2015