Gorgonio Ruiz, 30 años de investigación en ecología acuática
Por Karla Navarro
Ensenada, Baja California. 28 de febrero de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- Apasionado de la ecología acuática, tanto dulceacuícola como marina, el doctor Gorgonio Ruiz Campos, investigador de la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), realiza desde hace 30 años investigación sobre la trucha arcoíris de la Sierra de San Pedro Mártir (Oncorhynchus mykiss nelsoni).
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, el científico originario del estado de Nuevo León recuerda que su primer acercamiento con estudios sobre la trucha fue a partir de su etapa como estudiante de licenciatura.
Relata que durante un congreso celebrado en la ciudad de Monterrey conoció al investigador estadounidense Edwin Philip Pister, quien entonces fungía como secretario de Desert Fishes Council, una organización dedicada a la conservación de los peces de ambientes áridos de Norteamérica.
Posteriormente, la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) invitó al investigador a impartir un taller sobre cultivo de trucha, el cual fue tomado por Gorgonio Ruiz y despertó su interés por el estudio de esta especie.
Años más tarde, cuando cursaba sus estudios de maestría en el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), Gorgonio Ruiz se reencuentra con “Phil” Pister y realiza labores como su ayudante para el desarrollo de un proyecto de investigación de la trucha en la Sierra de San Pedro Mártir.
“Estábamos en La Grulla, tuvimos que caminar cuatro horas para llegar a esos sitios y recolectar truchas con caña y mosca, las cuales eran mantenidas vivas en una jaula dentro del arroyo durante dos días de muestreo, y antes de emprender el regreso eran colocadas en una hielera con hielo seco para ser transportadas al sitio donde habíamos dejado nuestro vehículo, para finalmente llevar las muestras de truchas hasta los Estados Unidos, donde serían analizadas genéticamente”, narró el investigador.
Luego de esa colaboración, Philip Pister envió al entonces estudiante de maestría algunos de los ejemplares que habían capturado para que los analizara y determinara la alimentación de la trucha.
“De esa manera me empecé a interesar por la trucha”, comenta el doctor Gorgonio Ruiz, quien en 1987, después de culminar su maestría, elaboró un proyecto para continuar sus estudios sobre este pez y logró obtener financiamiento del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Actualmente, a 30 de años de sus primeros estudios, es responsable de un proyecto de investigación para determinar el estado actual de conservación de la trucha que habita en la Sierra de San Pedro Mártir, así como de otras cinco especies de vertebrados, endémicas de esa zona.
De la curiosidad a la investigación
Los estudios del doctor Gorgonio Ruiz en torno a la trucha no son casualidad, pues desde muy pequeño despertó su curiosidad por la naturaleza, interés que fue cultivando hasta su etapa de universitario.
“Yo soy nativo de un pueblo, Sabinas Hidalgo, y desde pequeño viví cerca de la naturaleza; cerca de mi casa pasaba un río, mis abuelos paternos y maternos tenían ranchos y yo tenía acceso a los cuerpos de agua, a la naturaleza y de ahí tuve mucho esa influencia”, recuerda.
Al llegar a la etapa de bachillerato, los cursos de ecología se convirtieron en sus favoritos y los peces y aves, los animales que más le interesaba estudiar.
Es así como elige estudiar la licenciatura en ciencias biológicas en la UANL, donde realizó una tesis sobre los peces del río Álamo, un tributario del río Bravo.
“Posteriormente me mudé a Ensenada a seguir con mis estudios de posgrado y estudié la maestría en ecología marina en el CICESE. Ahí hice mi trabajo sobre la ecología de la comunidad de peces intermareales en la Bahía de Todos Santos”, refiere el investigador.
Simultáneamente a sus estudios de posgrado, se incorpora a la UABC como profesor de asignatura en la Facultad de Ciencias, entonces llamada Escuela Superior de Ciencias Biológicas.
Ya en labores de investigación y docencia, Gorgonio Ruiz decide realizar sus estudios de doctorado e inicia el programa de ecología acuática y pesca en la UANL, cuya tesis fue precisamente sobre la bionomía y ecología poblacional de la trucha arcoíris que habita en la Sierra de San Pedro Mártir.
Fundador de colecciones
Debido a que el trabajo de investigación desarrollado por Ruiz Campos ha implicado la recolecta, clasificación y descripción de distintos especímenes, en 1989 tuvo la iniciativa de fundar la colección de peces de la UABC, actualmente conformada por un acervo de más de tres mil lotes de ejemplares de la región Noroeste de México.
También fue cofundador de la colección ornitológica de la Facultad de Ciencias de la UABC, la cual considera la colección más importante de aves a nivel regional, con más de dos mil ejemplares en piel.
“En UABC me dieron acceso para trabajar con una colección, fue primero muy modesta, muy pequeña, pero como todo, gradualmente se fue incrementando hasta que los proyectos empezaron a surtir de ejemplares y se fue haciendo esa colección”, apunta el investigador.
Refiere que originalmente el Laboratorio de Vertebrados de la Facultad de Ciencias consistía en una sola área donde se reunían todas las colecciones: peces, aves, reptiles, anfibios y mamíferos.
“Con el tiempo se fueron diferenciando los espacios, ya tenemos un área para las colecciones húmedas que contiene a los peces, anfibios y reptiles, así como un área para las colecciones secas que alberga pieles de aves y mamíferos”, explica.
Aunque reconoce que tanto la conformación de las colecciones como —en general— su desempeño en el ámbito científico han representado un gran reto, el doctor Gorgonio Ruiz afirma que su profesión le ha dejado múltiples satisfacciones.
“La formación de recursos humanos me interesa mucho, los tesistas que he formado en los diferentes niveles, que transmitan el conocimiento, que sigan su curso, que sigan trabajando, la docencia es uno de los aspectos que más he disfrutado y, claro, la investigación por sí misma, cada vez se abren más espacios”, concluyó.
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