La primera sopa del universo con sabor a México
Boletín de prensa
5307/2017
Ciudad de México. 12 de mayo de 2017 (Agencia Informativa Conacyt).- Por primera vez en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés), durante una prueba A Large Ion Collider Experiment (ALICE), un equipo de científicos —donde colaboran físicos mexicanos— observó el misterioso, primitivo y denso plasma de quarks y gluones que resulta de la colisión entre protones y que sería la clave para explicar el origen del universo.
Este plasma o "sopa primitiva" de quarks y gluones que por primera vez observó el equipo de cientificos del LHC solo se había detectado en colisiones de iones pesados; sin embargo, ahora se pudo detectar este líquido primitivo en colisiones de protones.
Este hallazgo fue reportado en el artículo Enhanced production of multi-strange hadrons in high-multiplicity proton-proton collisions, publicado en la prestigiada revista científica Nature Physics.
Microsegundos después del Big Bang, que dio origen al universo, la materia primordial pasó a un estado conocido como plasma de quarks y gluones, que es una mezcla muy densa y caliente.
En su libro El gran colisionador de hadrones y el proyecto ALICE, el físico mexicano Gerardo Herrera Corral explica que la densidad del QGP es tan elevada que una pieza del tamaño de la cabeza de un alfiler pesaría tanto como la Gran Pirámide de Egipto y su temperatura habría sido 250 mil veces mayor a la del sol.
Este plasma solo existió unas fracciones de segundos, ya que después se enfrió lo suficiente como para formar los protones y neutrones que conforman a los átomos, los cuales a su vez forman todo lo que nos rodea.
VS/SP/FV/5307/2017