La Ciudad de México, mi laboratorio: Erik Velasco
Boletín de prensa
221/2015
México, DF. 17 de abril de 2015 (Agencia Informativa Conacyt).- Su laboratorio no incluye tubos de ensayo o cualquiera de los tipos de matraz que existen; para Héctor Erik Velasco Saldaña, su principal material de estudio se encuentra en la atmósfera y las sustancias tóxicas presentes en ella.
Estos componentes contribuyen a una mala calidad del aire, un problema de salud que provoca más de 3 millones de defunciones prematuras al año, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En este sentido, la importancia del diseño de estrategias eficientes para reducir la contaminación atmosférica dependerá del conocimiento científico que se tenga del problema, y la única manera de obtenerlo es a través de estudios propios en nuestras ciudades, aseguró este investigador mexicano.
Las declaraciones de Velasco Saldaña vienen a propósito de la importancia que tiene su área de estudio. Y es que el especialista del Center for Environmental Sensing and Modeling (CENSAM), que pertenece al Singapore-MIT Alliance for Research and Technology, se interesó, por medio de la ingeniería, en la investigación de la contaminación del aire en ciudades.
En 1992 ingresó a la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Durante esta etapa, comentó, cuando la Ciudad de México vivió los peores niveles de contaminación, se interesó por ayudar a mejorar las medidas de control ambiental.
“En aquel entonces cuestionaba la eficiencia de las medidas de control que se tomaban, así como de los fundamentos técnicos que las sustentaban. Al final de mis estudios de licenciatura colaboré en proyectos relacionados con la contaminación atmosférica del Distrito Federal”, dijo.
Para responder a su inquietud, orientó sus estudios de posgrado en la identificación y diseño de soluciones enfocadas a problemas ambientales, principalmente en la contaminación del aire en ciudades; este camino lo llevó a formar parte del proyecto MILAGRO (Megacity Initiative: Local and Global Research Observations), coordinado por los doctores Luisa T. Molina y Mario Molina.
El proyecto internacional permitió conocer el comportamiento de la contaminación atmosférica y la exportación de contaminantes generados en las metrópolis; en este sentido, el grupo de investigación del doctor Velasco Saldaña fue el primero en instalar herramientas (torres de flujo) para medir los compuestos orgánicos volátiles presentes en la atmósfera.
“Nuestras mediciones de flujos sirvieron para evaluar la precisión del inventario de emisiones a la atmosfera de la ciudad. Los resultados comprobaron que el inventario predecía con cierta exactitud las emisiones, contrario a lo que se creía en aquel entonces. Ha sido muy satisfactorio que otros grupos de investigadores repliquen nuestros estudios en otras ciudades del mundo. Hoy en día hay torres de flujos en ciudades como Beijing, Singapur, Osaka, Florencia y Dublín, entre muchas otras”, explicó.
CB/LR/MO/221/2015