Lizbeth Serrano Gómora
México, DF. 26 de noviembre de 2014 (Agencia Informativa Conacyt).- Con el propósito de generar semilla de chile habanero y garantizar su alta calidad, investigadores del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) han impulsado el desarrollo de un laboratorio que tendrá la capacidad de certificar semillas de este tipo de chile y estará al servicio de productores y empresarios.
El denominado Laboratorio Nacional de Certificación de Semillas formará parte del Centro de Servicios Agrobiotecnológicos del CICY, el cual también realizará procesamiento de semillas de variedades más calificadas de chile habanero y mejoramiento de cultivos de importancia para la región, como la papaya, el pepino, el limón y la naranja. Asimismo, pondrá a la venta la semilla generada por el propio centro en sus invernaderos y el pericarpio (recubrimiento de la semilla) que resulte del proceso de extracción de la misma.
De acuerdo con el doctor José Juan Zúñiga Aguilar, miembro de la Unidad de Bioquímica y Biología Molecular de Plantas del CICY y responsable del Centro de Servicios Agrobiotecnológicos, este laboratorio tendrá como funciones principales la certificación de semillas de chile habanero y garantizar la pureza de su germoplasma. Para esto se busca que este nuevo laboratorio esté avalado por la International Seed Testing Association (ISTA), entidad referente a nivel mundial encargada de garantizar la calidad de distintos tipos de semillas.
Actualmente en México, el único lugar que tiene la facultad de hacer dicha certificación es el Laboratorio Central de Referencia del Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS).
Para que el laboratorio del CICY obtenga una semilla de alta calidad y se encuentre libre de impurezas, el doctor Zúñiga Aguilar explicó que la semilla con la que cuentan hasta el momento proviene de seis de los 13 invernaderos instalados dentro del Centro de Servicios Agrobiotecnológicos. Estos son regados con agua de mar previamente desalinizada, a la cual después se le agregan químicos especiales para nutrir las plantas cuando es vertida a través de mangueras colocadas en sus raíces.
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Lizbeth Serrano Gómora
México, DF. 26 de noviembre de 2014 (Agencia Informativa Conacyt).- El cafeto, que es el nombre con el que se conoce a la planta del café, es el segundo producto que cotiza en la bolsa de valores a nivel mundial, solo detrás del petróleo. México es el productor número uno de café orgánico (producido sin el uso de agroquímicos) y existen aproximadamente 50 mil familias que dependen de su cultivo y procesamiento, de acuerdo con información de la Secretaría de Agrícultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
Por otro lado, el chile habanero es un producto de gran importancia para el estado de Yucatán y para diversas industrias, la capsaicina de este chile –componente químico que le da la propiedad picante– es de suma relevancia para la fabricación de aerosoles de defensa personal, pinturas, entre otros productos.
Ante la relevancia de ambos cultivos, especialistas del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) analizan cómo interactúan las células de ambas plantas con el aluminio para conocer cuáles son sus mecanismos de defensa ante el elemento químico, identificar los efectos tóxicos en ambos cultivares y, con dicha información, determinar líneas de investigación celular de especies y variedades de chile habanero y cafeto que sean más resistentes a los efectos nocivos de dicho elemento.
El proyecto se llama Sistema de transducción de señales a través de fosfolípidos y las posibles repercusiones biotecnológicas en dos cultivos de interés comercial, es coordinado por la doctora e investigadora Soledad María Teresa Hernández Sotomayor del CICY y financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
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Por Elian Mireille Martínez Gómez.
México, DF. 29 de octubre de 2014 (Agencia Informativa Conacyt).- El almidón, que comúnmente es empleado en la industria de alimentos para la producción de caramelos, galletas o como espesante, puede ser usado en la industria de biofármacos como vehículo de proteínas terapéuticas, purificación de proteínas o intermediario en el mejoramiento de los bioplásticos.
En el Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIB) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) investigan el uso de módulos de unión del almidón para brindar características antimicrobianas a los bioplásticos compuestos de este biopolímero, con el fin de mejorar los procesos de purificación de proteínas y acoplarlos, junto con el almidón, como vehículo de agentes terapéuticos.
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